Adrián Cordero Vega, el árbitro que dirigirá el Real Zaragoza-Elche de este domingo en La Romareda (12.00), presenta una curiosa y casual trayectoria personal en lo que va de temporada. El santanderino, de 32 años, ha juzgado cuatro partidos y en todos ellos se han dado victorias locales. Con el añadido de que los cuatro visitantes no han marcado un solo tanto en dichos duelos.

A saber. Cordero, que cumple su segunda temporada en Segunda División, se estrenó este año en la jornada 2ª con el Oviedo-Almería (2-0). Su siguiente partido asignado, en la jornada 4ª, fue en tierras aragonesas, pues pitó en El Alcoraz la clara victoria del Huesca ante el Córdoba (3-0). Prosiguió su andadura en la jornada 6ª, juzgando el Lugo-Valladolid (1-0) en el Anxo Carro. Y, el antecedente más reciente, es el de la 8ª jornada, hace 10 días, cuando estuvo en Vallecas en el Rayo-Cádiz (3-0).

En el debut en el Tartiere, expulsó al almeriense Diamanka (exzaragocista) a falta de media hora, circunstancia clave para la victoria final de los asturianos. En el choque de Lugo, los gallegos lograron derrotar al Valladolid a través de un penalti que transformó Joselu. Y en el encuentro Rayo-Cádiz, los locales también dispusieron de una pena máxima a favor, que malogró Embarba. Son las incidencias más relevantes y llamativas de sus actuaciones de este curso.

El año pasado, el de su puesta de largo en el fútbol profesional, obtuvo muy buenas calificaciones. Cordero Vega quedó 6º en la clasificación final de Segunda, a solo 4 centésimas de Oliver De la Fuente Ramos (el Mozart de Valladolid), que fue el primer reserva para el ascenso a Primera, y a 40 centésimas del canario Trujillo Suárez, el tercero de los ascendidos a la máxima categoría. Es, por lo tanto, uno de los árbitros más cuidados por el Comité Nacional por su seriedad, poso y rigor en los momentos más delicados de los partidos.

Como anécdota, su primera aparición en la vida zaragocista fue en el Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra del verano de 2015, cuando el equipo aragonés goleó 3-0 a la Real Sociedad de Primera División. Después, en la liga, visitó La Romareda una vez, aquella noche en la que el Real Zaragoza ganó 1-0 al Albacete, agónicamente, con el gol en propia puerta de Pulido en el minuto 93 que Sergio Gil celebró como propio por confusión (le enseñó incluso tarjeta por quitarse la camiseta en el alborozo final). Aún pitaría otro partido a los zaragozanos, curiosamente, la última victoria a domicilio, el 1-2 de abril en Valladolid.