Zapater y Cani vuelven a Boltaña 11 años después

En 2005, cuando el Zaragoza eligió la localidad del Sobrarbe para su pretemporada por primera vez, ambos eran 'becarios' en el equipo.

Zapater y Cani, el día 20 de julio de 2005 a su llegada al Hotel Monasterio de Boltaña con el Real Zaragoza. Hace 11 años de estas imágenes.
Zapater y Cani, el día 20 de julio de 2005 a su llegada al Hotel Monasterio de Boltaña con el Real Zaragoza. Hace 11 años de estas imágenes.
HA

Alberto Zapater y Rubén Gracia 'Cani' van a revivir desde este lunes sus primeros pasos como jugadores del Real Zaragoza. Acudir con el equipo al Hotel Barceló Monasterio de Boltaña para llevar a cabo la parte más intensa de la pretemporada supondrá un ejercicio de retrospección para ambos. Los dos canteranos, juntos, ya coincidieron en la localidad del Sobrarbe en la expedición zaragocista cuando eran unos pipiolos, en julio de 2005, hace ya once años. Zapater y Cani eran parte del grupo de 'becarios' de la plantilla que, entonces, entrenaba Víctor Muñoz en su primera época al frente del banquillo zaragocista, en los estertores del periodo de Alfonso Solans Solans al frente de la SAD.


Zapater había dejado de ser juvenil el año anterior, el de su estreno con el primer equipo. Era la sorpresa de Muñoz, el jugador emergente del momento que iba a confirmar en su segundo año que lo suyo en el fútbol profesional iba en serio. Acababa de dejar atrás los 19 años y entraba en la veintena. Por su parte, Cani tenía 23 y ya había cubierto dos cursos y medio con la primera plantilla. Pero seguía siendo el mágico joven del que se aguardaba su eclosión definitiva. El ejeano y el de La Paz eran los abanderados del grupo de canteranos. Era habitual verlos arrastrar los baúles y los maletones del material o recoger los balones en las bolsas tras los entrenamientos, labores siempre para los principiantes.


Aquel era el equipo de los hermanos Milito, Savio, Ewerthon, Sergio García, César Sánchez, Ponzio, Óscar, Álvaro, Toledo, Movilla, Celades, Aranzábal, Corona, Valbuena, el ahora director general Cuartero, César Jiménez... el grupo de canteranos era, junto con los dos protagonistas que han regresado tanto tiempo después, el que componían Generelo, Lafita, Chus Herrero, Camacho, Miguel, Gotor, Piti, Capi...


Han pasado once largos años. El tiempo en el que se mide prácticamente una generación en términos demográficos. Y Zapater y Cani, ahora ya no como 'becarios' sino como grandes veteranos y líderes del vestuario, regresan al mismo lugar, entre las mismas paredes y sobre el mismo césped en el que forjaron sus sueños rodeados de estrellas cuando el Real Zaragoza vivía tiempos diferentes, sin duda más estables y acordes con su categoría como club, aquellos previos al fatal aterrizaje de Agapito Iglesias. Revisar las imágenes de aquel verano de 2005 evoca otro club, otra época de la vida. Zapater y Cani tenían cara de niños y cuerpos aún por terminar de formar. Ahora, en 2016, Zapater y Cani van a servir de guías, en el más amplio sentido de la palabra, al resto de jugadores de la plantilla, la mayoría mucho más jóvenes, en el rol que hace once veranos cumplían ellos en aquel vestuario de Víctor Muñoz. Una historia entrañable que pocas veces se ha dado en el seno del Real Zaragoza. Una vuelta al pasado con el objetivo de allanar el difícil futuro inmediato. Para cosas como esta han vuelto Zapater y Cani al club de su vida. Boltaña, en sí mismo, va a ser un lugar emblemático para empezar a ejercer su jerarquía y liderazgo en el vestuario.

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