"Quizá deberíamos preguntar a los jugadores qué pasó en el campo"

Narciso Juliá ha señalado directamente a la actitud de una parte de la plantilla del Real Zaragoza por su falta de aplicación y negativa conducta sobre el campo en los últimos partidos de la temporada. El director deportivo del Real Zaragoza ha ido directo al asunto, en unos momentos duros dentro de la SAD donde se están buscando razones que justifiquen el deterioro que sufrió el rendimiento del equipo en los últimos cinco partidos de liga, circunstancia perniciosa que culminó con el vergonzoso partido de Palamós ante el descendido Llagostera, donde servía un solo punto para jugar la promoción de ascenso a Primera División y el equipo zaragocista cayó humillado por un histórico y lacerante 6-2 adverso.

"Tras el día del Numancia, algo pasó. Fue un punto de inflexión. Ese 'algo pasó' he de intentar interpretarlo. Qué pasó, por qué paso. Es evidente que nos ha faltado algo. Tanto Albert Valentín -el secretario técnico- como yo lo tenemos claro. Ese 'algo' es un aspecto imprescindible que algunos jugadores no han tenido. Así de claro", ha comenzado esgrimiendo Juliá, enmarcando temporalmente un antes y un después en el comportamiento de varias piezas del vestuario a lo largo de los partidos (Numancia, Nástic de Tarragona, Huesca, Oviedo y Llagostera fueron los cinco de la recta final del torneo).

¿Alguién ha jugado sucio dentro de la plantilla zaragocista en este último mes?, se le ha preguntado directamente a Juliá. "Yo no tengo explicación. Le he dado muchas vueltas. No me voy a flagelar, pero es evidente que yo estaba viendo el partido y pensaba que estaba en una pesadilla. En un sueño, que crees que estás dormido y lo que estás es teniendo un sueño muy malo. Lo jodido es que estaba despierto. He hablado con gente después del partido. Con amigos que me han llamado. Y no tengo ni idea de lo que pasó", ha comenzado su argumentación al respecto, que ha acabado siendo bastante más profunda.

En las últimas horas, con la cautela que requiere el asunto, en los ambientes futbolísticos se ha extendido la posibilidad de que el partido Llagostera-Real Zaragoza pudiera estar sumido en algún episodio vinculado al mundo de las apuestas. Público y notorio fue que, en alguna casa de juego española de este ámbito, el choque de Palamós fue retirado de las opciones de pronóstico en la misma mañana del sábado, horas antes de su disputa (no así en casas del extranjero, en las que se juega incluso al resultado exacto en paquetes combinados). Juliá ha entendido que la pregunta sobre el posible 'juego sucio' iba por ahí, evidentemente. En un momento de su respuesta ha vuelto a ser cristalino: "Quizá deberías preguntar a los jugadores que estuvieron sobre el campo qué es lo que pasó", ha espetado.

"Yo me hice esa pregunta porque, en este mundo del fútbol, todo es ya posible. Y veo que teníamos en el campo a ocho jugadores que tenían contrato en vigor para el año que viene, algo que suponía que, si subíamos a Primera División, tenían el doble de contrato. Si eso no es suficiente para salir a jugar un partido y dejártelo todo, aunque solo sea por un interés contractual y económico, ¡ya me explicarás!", razona Juliá. "Lo cojas por donde lo cojas, la explicación a la que se puede llegar pensando mal, me parece increíble. Yo no la podría entender. Me parece que, por este lado (las apuestas), no estuvo la razón a la respuesta que dio el equipo. Es lo que creo, pero es una opinión", concluyó con menor rotundidad que en otros aspectos de su argumentación.