El gol del Real Zaragoza que se ha traducido en una vital victoria ante el Albacete lo marcó Pulido en propia puerta, pero también Sergio Gil, el autor del remate, y los miles de aficionados que acudieron a ver el partido en La Romareda. El empuje de la grada, una vez más, fue vital para que el conjunto blanquillo no se rindiera y en el último tramo del duelo encerrara al equipo manchego en su área. 

El propio entrenador del Real Zaragoza, Lluís Carreras, reconocía la importancia del calor del zaragocismo. "La afición no ha estado de 10, sino de 20. Siempre digo lo importante que es el apoyo de la grada, pero es que es verdad. No os podéis imaginar lo que les pone a los jugadores esa presión. No sé si alguno de ellos lo ha dicho, pero si no ya lo digo yo", afirmaba el técnico.

Esta comunión entre la afición y la plantilla, que comenzó a verse de forma clara en el partido ante el Leganés, con el cambio de actitud del equipo, ha sido una de las claves de la reacción del Real Zaragoza. Por primera vez en esta temporada, los blanquillos han logrado tres victorias consecutivas en La Romareda (Leganés, Lugo y Albacete), una racha que les ha permitido reengancharse a la zona alta de la clasificación. 

Pero la importancia de la afición no solo se está demostrando en la capital aragonesa, sino también en casi todos los desplazamientos del conjunto aragonés. La semana pasada se desplazó a Vitoria un nutrido grupo de zaragocistas, mientras que dos semanas antes fueron casi un millar los que apoyaron en directo al Real Zaragoza en El Sadar.