El Numancia, próximo rival del Real Zaragoza, no se encuentra en su mejor momento, y en las últimas jornadas ha perdido presencia paulatinamente en la clasificación de Segunda hasta descender del quinto puesto al decimotercero. Con solo dos puntos de los últimos quince en juego, ha pasado de puestos de promoción a alejarse hasta cinco puntos de esa zona y aproximarse a cuatro del descenso.

En este último tramo, se ha visto adelantado por ocho conjuntos en la tabla situándose en una zona media casi equidistante del peligro y de la lucha por las eliminatorias de ascenso. Una posición similar a la de anteriores campañas cuando no le alcanzaba para llegar a los puestos de arriba, pero le bastaba para no meterse en muchos problemas. En ejercicios precedentes, sus mejores resultados los sacaba en Los Pajaritos y sufría mucho para salir indemne de sus desplazamientos.

Esta tendencia se ha invertido este curso con más problemas en Soria para sumar puntos, sobre todo en las últimas fechas, y con una mejor trayectoria como visitante que se rompió en el Miniestadi después de una docena de salidas sin perder. La derrota en Barcelona enfatiza uno de los problemas habituales del Numancia: la dificultad para aprovechar ocasiones más o menos claras que en todos los enfrentamientos genera. Mientras los resultados se han ido sacando adelante, mediante la estrategia, el balón parado o aprovechando algunas ocasiones creadas en acciones combinativas ya que no siempre las fallan, estas carencias pueden quedar maquilladas.

La falta de gol en las últimas cuatro jornadas, más de 360 minutos sin marcar, con tres derrotas y un empate, las afloran en uno de los momentos más singulares y determinantes de la temporada, cuando comienza la recta final del campeonato. Esta racha iguala la anterior de otros cuatro partidos sin ver portería, de la jornada 22 a la 25 ya en la segunda vuelta del calendario, pero con mejores números ya que empató en tres de esas cuatro citas -Jaén, Girona y Las Palmas- y perdió en una -Lugo-.

El Numancia afronta esta recta final del campeonato sumido en una trayectoria descendente. Con muchas dudas por sus últimos resultados y por su dificultad para sacar adelante los partidos en Los Pajaritos y ahora con la derrota fuera de casa después de una docena de partidos sin perder.

El partido del sábado ante el Zaragoza tiene mucho de clarificador para conocer la ruta a seguir en los siguientes compromisos. La igualdad de la categoría y la cantidad de puntos aún en juego permite la reacción, pero debe llegar cuanto antes para no entrar en problemas.