El Madrid se concede una tregua entre guerras

Los blancos vencen al Dortmund en un partido sin rigor defensivo por ningún bando que Cristiano aprovechó para registrar un nuevo hito.

Cristiano Ronaldo celebra un gol ante el Borussia Dortmund
Cristiano Ronaldo celebra un gol ante el Borussia Dortmund
Javier Soriano

Cerró el Real Madrid su periplo por la fase de grupos con una victoria en el intrascendente choque ante el Borussia Dortmund que le sirve para coger moral de cara al crucial duelo del sábado ante el Sevilla y su posterior asalto al Mundialito. Lo hizo gracias al tanto de Lucas Vazquez en la recta final de un encuentro que se disputó sin cadenas de ningún tipo, como era de esperar teniendo en cuenta la naturaleza de los contendientes, en el que Cristiano Ronaldo escribió un nuevo capítulo en su historia de amor con la Liga de Campeones al convertirse en el primer futbolista que marca en todos los partidos de la fase de grupos y en el que Borja Mayoral mostró que anda con el olfato fino, pero en el que también tuvo lunares, como su endeblez defensiva y en el que lamentó el enésimo contratiempo de otro de sus jugadores de cristal, un Varane que tubo de marcharse en el primer tiempo con problemas musculares que complicarán los planes de Zidane para las exigentes citas que asoman en el horizonte.

La lesión de Varane amargó un choque en el que, sin nada en juego, el Madrid salió decidido a darse una fiesta. Desnudó raudo a la débil defensa renana, al culminar Borja Mayoral una transición iniciada por Kovacic en la medular al abrir al carril izquierdo, por donde se internaba Cristiano Ronaldo. Centró el luso al corazón del área buscando a Isco, pero fue el canterano, tras un mal control del malagueño, el que ajustició a Bürki. El ariete de Parla anda en racha y mete presión a Benzema.

Por la izquierda nació el primero del Madrid y por la derecha se gestó el segundo, con un centro que acabó en las botas de Kovacic, para que el croata sirviese a un Cristiano Ronaldo que, de un latigazo al palo largo, inscribió su nombre en otro apartado del gran volumen de la Champions. Perdió su ocasión el martes Neymar y el portugués se apresuró a registrar un nuevo hito horas antes de consumar su más que previsible repóker de Balones de Oro.

Era el escenario perfecto para que el artillero se diese un homenaje antes del que está llamado a rendirle el firmamento futbolístico este jueves en París. Con un rival sumido en una profunda crisis, gravemente diezmado por las lesiones y una defensa de parvulario -no por la edad de sus zagueros sino por su candidez-, los blancos gozaban desprovistos de cualquier tipo de presión, pero volvían a verse lastrados por las imprecisiones.

Experimentos

Las pérdidas de balón del Madrid y su proverbial tendencia a un permanente ida y vuelta permitieron al cuadro germano meterse en un partido en el que había penado los primeros veinte minutos, tiempo en el que su única alegría provino del tanto de Fernando Llorente en Wembley que le enviaba a la Liga Europa en detrimento del Apoel. Las tuvo el equipo de Peter Bosz muy claras, especialmente en un mano a mano de Aubameyang con Keylor Navas que marró el gabonés al cruzar demasiado el disparo. También el vigente campeón, al que se le escapó por poco un tiro ajustado de Borja Mayoral tras el efímero alto el fuego decretado por la lesión de Varane. Del intercambio de pólvora salió beneficiada la escuadra germana, al aprovechar Aubameyang una falta de entendimiento entre Kovacic y Asensio para desquitarse de su fallo anterior con un certero cabezazo al que no pudo oponer argumentos el arquero tico.

El balear, al que se esperaba de inicio tras dos semanas en el dique seco, apenas llevaba cinco minutos sobre el césped cuando el Dortmund penalizó un nuevo desajuste de la defensa blanca, que Zidane había reconfigurado a la carrera desplazando a Nacho al puesto que dejó vacante Varane y retrasando a Lucas Vázquez al lateral derecho.

El choque era una oda al fútbol libre de ataduras. Ecosistema ideal para Aubameyang, un ariete eléctrico como pocos que puso las tablas al poco de la reanudación con una elegante definición que culminaba una preciosa jugada del Dortmund que abrió un nuevo boquete en la retaguardia blanca. Y aún pudo hacer el 'hat-trick' de no ser por la seguridad con que Nacho atajó en un par de ocasiones sus veloces acometidas.

El vértigo agigantaba al Dortmund. Consciente de la necesidad de templar el choque, Zidane optó por alistar a Ceballos, persiguiendo la pausa que el utrerano podía aportar y que sólo Isco, más entonado en el segundo que en el primer tiempo, había probado. Ensayos fue lo que se dedicó a hacer precisamente el técnico galo, que si durante media hora ensayó con Lucas Vázquez de lateral, experimentó con Casemiro de central cuando sacó a Marcos Llorente y examinó a Asensio como enlace con plena libertad de movimientos. En ese ambiente buscó con ansia Cristiano aumentar su cuenta, aunque acabó siendo Lucas Vázquez el que selló la victoria.

Ficha técnica

Real Madrid: Keylor Navas, Nacho, Varane (Marco Asensio, min. 37), Sergio Ramos, Theo, Casemiro, Kovacic (Ceballos, min. 57), Isco (Marcos Llorente, min. 68), Lucas Vázquez, Cristiano Ronaldo y Borja Mayoral.

Borussia Dortmund: Bürki, Subotic, Bartra (Toprak, min. 79), Sokratis, Schmelzer, Sahin (Weigl, min. 64), Dahoud, Guerreiro, Pulisic, Kawaga (Yarmolenko, min. 91) y Aubameyang.

Árbitro: Pavel Královez (República Checa). Mostró amarilla a Bartra.

Goles: 1-0: min. 7, Borja Mayoral. 2-0: min 11, Cristiano Ronaldo. 2-1: min. 42, Aubameyang. 2-2: min. 47, Aubameyang. 3-2: min. 80, Lucas Vázquez.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada del grupo H de la Liga de Campeones disputado en el Santiago Bernabéu ante 73.300 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Henning Jensen, el primer danés que jugó en el Real Madrid. Los blancos pasan a octavos como segundos de grupo.

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