Toda la grada está ocupada por los croatas… ¿Toda? ¡No! Cuatro localidades ocupadas por irreductibles turolenses resisten todavía y siempre al invasor... Como Astérix y Obélix, dos jóvenes aragoneses de 17 años y sus madres vivieron el partido de este martes entre España y Croacia rodeados de enemigos. No eran los campamentos romanos que cercaban la aldea gala en las populares viñetas de Goscinny y Uderzo, sino los miles de hinchas croatas que llenaban la grada del Stade Matmut Atlantique de Burdeos. Entre las camisetas y banderas de cuadros rojos y blancos destacaban cuatro puntos rojos con una bandera de España en la que podía leerse perfectamente, en letras mayúsculas negras: “TERUEL”.

Tanto se les veía en medio de aquella marea croata que no pasaron inadvertidos para los jugadores españoles ni para el resto de aficionados de La Roja, que llenaban la mitad contraria de la grada. Tampoco para las cámaras de televisión, que enfocaron su valentía. Más de 10 millones de españoles, según los datos de audiencia del partido, les vieron desde sus casas. Fue el partido más visto de la temporada en España, con un pico de más de 13 millones de espectadores.

Un plano más cercano de los cuatro turolenses con la bandera española.

“Ya nadie puede decir que Teruel no existe”, bromea Pilar Muñoz, una de las protagonistas de la imagen, quien relata cómo acabaron entre los croatas. “Hace una semana decidimos ir al partido y por internet no encontramos entradas juntas para ocho personas -cinco amigos de 17 años y tres de sus padres-, así que tuvimos que comprar cuatro en un lado y otras cuatro en el contrario”, explica esta turolense, que no fue consciente de la situación hasta que entraron al estadio.

Un aficionado croata observa de cerca los movimientos de la delegación turolense. 

“Al principio nos asustamos un poco e incluso pensamos en ir a hablar con la Policía para que nos dejaran sentarnos en otro lugar del estadio”, indica este turolense que, como todos, había presenciado lo ocurrido en el anterior partido de Croacia y era consciente de las intenciones de los ultras más radicales de protagonizar nuevos incidentes. Pero decidieron acercarse hasta sus localidades, donde fueron recibidos con tanta estupefacción como cordialidad. “Llegamos y fuimos saludando a todos los croatas que estaban a nuestro alrededor para que vieran que íbamos en son de paz”, relata Muñoz, quien solo se alarmó con un petardo que lanzaron muy cerca de donde se encontraban.

Amplio dispositivo policial en la zona croata, donde estaban los turolenses.

“Había mucha policía, los registros fueron muy rigurosos y la organización estuvo muy bien”, asegura esta aficionada. Junto a ella, Iván Serrano, Yolanda Martí y Carlos Monleón sostenían la bandera española con la palabra “Teruel” que se ha expandido por las redes sociales.

Pese a que estaban justo en el fondo de la afición croata, donde se encontraban los ultras más controlados por las fuerzas de seguridad, su experiencia fue muy positiva. “La verdad es que fueron muy respetuosos y nos trataron bien en todo momento, aunque solo hablaban en croata y no nos entendíamos. Lo que más me sorprendió fue su actitud durante el himno de España, que escucharon en absoluto silencio”, destaca Muñoz. Tanto ella como sus tres acompañantes celebraron el gol de Morata, que marcó justo en esa portería, y al final del partido felicitaron a los aficionados rivales, con los que se intercambiaron una bandera de España -“la de Teruel no, esa no la regalamos”, matiza- por otra de Croacia, con la que ya han regresado a tierras aragonesas.

Eso sí, con el móvil saturado de mensajes. “Cuando hemos cruzado la frontera y hemos activado los datos casi nos explotan los teléfonos”, indica esta turolense, que hasta entonces no era consciente de la repercusión que había tenido la emisión de la curiosa escena en televisión: “Volvemos con una bandera de Croacia, con una buena experiencia y muy orgullosos de que tanta gente haya visto el nombre de Teruel”.