Como una auténtica factoría de talentos, así podemos definir al ex tenista y entrenador William ‘Pato’ Álvarez. Por sus manos han pasado algunos de los mejores jugadores que ha dado nuestro país. Emilio Sánchez Vicario, Sergio Casal, Javier Sánchez, Tomás Carbonell o Burillo fueron descubiertos por su mirada escrutadora. Una mirada que reparó en ellos cuando apenas tenían 15 años y los convirtió en verdaderos campeones. Tras muchos años demostrando su valía raqueta en mano, dos campeonatos sudamericanos y 17 años compitiendo en Roland Garrós y en Wimbledon lo ratifican, quiso dedicarse a formar nuevos talentos. Cual gurú del tenis, sus dotes visionarias dieron un giro de 360º al tenis español.

Ahora ‘Pato’, a sus 74 años, sigue buscando estrellas en un firmamento de escuelas y torneos. Estos días se encuentra en el Real Zaragoza Club de Tenis sin perder detalle de lo que está ocurriedo en la fase previa del IV Torneo Internacional Futures. "He venido para hacer seguimiento a mis chicos de la academia Emilio Sánchez-Casal y ojear otros chavales", asegura. Y parece que ha encontrado una estrella que brilla por encima de las demás en este torneo. Sus ojos visionarios se han posado precisamente en un tenista aragonés, en un chaval que lleva toda la vida detrás de una raqueta, Samuel Arauzo. El chico tiene 18 años pero su pasión por el tenis comenzó a los 5 y desde entonces es su inseparable compañera de viaje. "No suelo equivocarme, he visto jugar a Samuel y creo que tiene un potencial grandísimo. Si se pusiera en mis manos, en dos años lo convertiría en una estrella y le haría rico", afirma ‘Pato’.

Una apuesta a tener en cuenta viniendo de un hombre que ha convertido en oro casi todo lo que ha tocado. Por eso Arauzo está encantado. "Me hace mucha ilusión que toda una leyenda del tenis confíe en mí". Este joven, cuya mayor ilusión es doblegar a cualquiera de los tenistas que ocupan el top ten, no ha llegado hasta aquí de forma gratuita. En su día tuvo que abandonar otras pasiones tales como el fútbol o el atletismo y en la actualidad entrena 4 horas diarias -dos y media de pista y una y media de físico-. Mucho esfuerzo, pero es el precio que hay que pagar si alguien quiere llegar a despuntar en este complicado mundo. "Con esfuerzo todo puede llegar. Si de verdad te gusta el tenis debes trabajar duro. Tener una metalidad positiva y buena cabeza quizá sean las claves para llegar lejos", apunta Samuel.

‘Pato’ Álvarez comparte estos pensamientos pero aporta nuevas claves. Según asegura, el tenis es un 60% cabeza, un 20% corazón y un 20% piernas, de manera que los chavales que aspiran a convertirse en los nuevos ‘nadales’ tienen que conjugar este trío a la perfección. "A los 16 años ya sabemos quién esta destinado a hacer historia en este deporte y quién no. A partir de aquí, los elegidos emprenden un arduo camino en el que es esencial llevar una vida disciplinada y una dedicación absoluta", comenta ‘Pato’ Álvarez. Y según el entrenador, parece que Samuel Arauzo está llamado a seguir ese camino. "Ojalá algún día me convierta en la sombra de Federer o Nadal", comenta el tenista.

Torneos como el Futures son el caldo de cultivo adecuado para que crezcan los nuevos talentos. Este fin de semana se está jugando la fase previa. A partir de mañana y hasta el domingo, la fase final. Atención porque el tenis del futuro entra en acción.