El Real Zaragoza aún confía en la impugnación

El G-6 en el que se encuadra el Real Zaragoza y que conforma el frente de oposición contra la propuesta de cierre patronal de la LFP recibió ayer un ligero revés en su pulso para que se juegue la próxima jornada, aunque desde el club aragonés se mantiene el convencimiento de que no habrá parón. Al mediodía de ayer, la juez del Juzgado de primera instancia número 63 de Madrid no aceptó la demanda que presentaron el miércoles los seis clubes coaligados contra la parada de la competición (Zaragoza, Sevilla, Real Sociedad, Athletic, Villarreal y Espanyol) exigiendo la anulación de los acuerdos de la Liga para la suspensión de la jornada programada el 3 de abril en Primera y Segunda División.

El club aragonés esperaba esta decisión provisional de la juez del caso, Purificación Pujol, y se considera positivo que se haya citado a las partes en litigio a una vista tras la cual se adoptará una sentencia definitiva. La magistrada ha convocado al G-6 y la LFP el próximo martes a las 10.00 en los juzgados de la calle María de Molina (Madrid) ya que también pretende escuchar los argumentos de la patronal. Será el miércoles cuando, tras la deliberación, se haga pública la sentencia y se conozca si se juega o no la jornada del próximo fin de semana, entre cuyos partidos figura el Zaragoza-Sevilla, único encuentro entre dos equipos del G-6.

Esta primera decisión de la jueza supone un tímido contratiempo para la corriente de clubes partidaria de jugar, aunque en el Real Zaragoza aún se confía en que la impugnación se lleve a efecto y se atienda finalmente el pliego de argumentos del G-6: medidas cautelares que permitan disputar la jornada, o, al menos, los partidos en los que jueguen esos equipos.

Los tribunales, en este caso, no han querido involucrarse en el pulso sin valorar todas las opiniones. No actuaron del mismo modo en el contencioso entre la LFP y la AFE del pasado mes de diciembre, cuando el sindicato de futbolistas anunció una huelga para la jornada del 2 de enero y los tribunales se declararon incompetentes para una resolución, disputándose de ese modo los partidos previstos.

Tanto Real Zaragoza como Sevilla continúan con la intención de jugar, pese a que la LFP sigue sin designar las fechas y los horarios de los partidos. El encuentro entre Zaragoza y Sevilla tiene todo lo demás: árbitro -una vez que la Federación Española de Fútbol designara a Iglesias Villanueva el jueves-, un estadio y dos equipos que quieren la celebración la jornada. El problema surgiría si el Sevilla-Zaragoza se juega y el resto de partidos se suspende y se posponen para una semana después, desplazando el resto del calendario consecutivamente hasta el 12 de junio, única fecha libre a día de hoy (el 25 de mayo es otra opción si ningún equipo español llega a la final de la Liga de Campeones). Si esto ocurriera, tanto Sevilla como Zaragoza quedarían en una posición comprometida de cara a las demás jornadas.

La postura del Real Zaragoza no ha mutado. Sigue reclamando la anulación de los acuerdos de cierre patronal alcanzado en la Asamblea de la LFP del pasado 11 de febrero. Aunque secunda el fondo de las reivindicaciones de la patronal, se opone a la formas, ya que se considera que ese paro no va a agilizar las respuestas del Gobierno y porque se genera un perjuicio económico a aficionados y deportivo a la propia competición. «El paro va en contra de la legalidad», ha subrayado el G-6.

La LFP, por su parte, sigue convencida de que habrá paro patronal y no se disputará partido alguno salvo que el Gobierno responda favorablemente a sus reivindicaciones. La patronal reclama que el Ejecutivo se comprometa formal y oficialmente a suprimir el partido en abierto y a revisar al alza los porcentajes de las apuestas deportivas (Ley de Juego). Además, en los documentos enviados al Consejo Superior de Deportes se propone el ingreso por la venta de los derechos audiovisuales para la difusión de resúmenes informativos y la emisión radiofónica de los partidos.