Siete de la tarde de un día laborable como ayer y en la sexta planta de El Corte Inglés del paseo de la Independencia decenas de aficionados del CAI Zaragoza hacen fila. Esperan a sus ídolos a esos jugadores que les han devuelto a la ACB. Quieren sus autógrafos en postales o camisetas y sacarse fotografías con ellos. Quizá no sean demasiados los seguidores allí presentes, pero son los que demuestran la fidelidad de la Marea Roja y los protagonistas no dudan en responder a sus deseos con una sonrisa en la cara.

Una vez concluida la temporada con éxito este tipo de actividades están a la orden del día y, además, acercan todavía más al CAI con su afición, la cual siente verdadera devoción por los artífices del ascenso. Ayer fue una muestra más con las continuas muestras de cariño hacia los jugadores.

Abonados, seguidores, padres con sus niños, gente de todas las edades y curiosos que pasaban por allí. Todos sintieron un poco más los colores de su equipo cuando tuvieron a su alcance a la plantilla al completo. Eso sí, en dos turnos, ya que no cabían todos a la vez.

Durante dos horas los chicos atendieron gustosos a sus seguidores con el trofeo de campeones de la LEB allí presente. Y el que no se conformaba con una postal pues aprovechaba para comprar una camiseta oficial u otra conmemorativa del hito deportivo logrado hace unos días para que se la rubricaran los rojillos.

Y como la afición sabe un rato de esto, los más reclamados para las fotos lógicamente eran el capitán Lescano y sus compañeros Quinteros y, posteriormente, Darren Phillip. Ellos tres han vivido con la Marea Roja dos ascensos vitales y han dejado una huella imborrable en el club y en la ciudad. De hecho, una de las instantáneas más llamativas fue la que se sacó el Bicho con la abonada de más edad del club, Pilar Clos, dos ejemplos a seguir.