El idilio comenzó en 2006, aunque sólo hubo un cruce de miradas. Al año siguiente, la relación se retomó, fue más intensa pero sin alcanzar un punto de seriedad. Pese a la lejanía, estaban condenados a entenderse. Pero el amor no terminó de fluir entre ambos. Es más, el romance empezó a tomar un cariz agrio.

Y los encuentros, cada vez más seguidos, finalizaban con sensaciones contrapuestas: de las lágrimas de felicidad al odio más profundo. CAI Teruel y Unicaja Almería son dos de los conjuntos más atractivos de la Superliga, con una forma de ser y actuar (dentro y fuera de las pistas) que imprime su carácter, como las personas. Hace cuatro años iniciaron su vínculo en la pista y aún continúa, alcanzando la máxima expresión desde este viernes cuando CAI y Unicaja tengan su primer acercamiento formal en la final por el título a la Superliga. La cita está prevista en el pabellón Moisés Ruiz, a las 20.30. Será el primer 'têt à têt'. El segúndo, el sábado, a las 19.00. El CAI Teruel tiene que desplazarse a Almería ya que su rival cuenta con el factor cancha en la eliminatoria. Luego, el 1 y 2 de mayo, Almería tendrá que rendir visita a la capital mudéjar. Entonces, la corona puede tener un dueño claro. Si no, ambos tendrán una quinta oportunidad de cambiar impresiones en la pista: el 5 de mayo en la capital andaluza.

CAI y Unicaja llegan a su sexto duelo decisivo con un premio en juego. El polideportivo de Los Planos fue el escenario en la campaña 2007/08 de la XXXIII Copa del Rey, y el equipo anfitrión, que entrenaba, entonces, Miltcho Milanov se cruzó en semifinales con un contrincante que suma ya ocho trofeos en sus vitrinas. El CAI había derrotado en cuartos a Vecindario y Unicaja a Granada. Con un escenario a reventar, la escuadra naranja forzó el 'tie break', y sólo la mayor experiencia de los andaluces a la hora de gestionar los momentos decisivos del choque privó al CAI de un momento histórico.

Este llegaría en la temporada siguiente, cuando Almería tomó el testigo de Teruel en la organización del torneo copero. Óscar Novillo estaba al mando del conjunto naranja y regresaba a un hogar familiar hasta el año anterior. Palma, dominador de la fase regular, se cruzó en el camino del CAI en semifinales. El equipo aragonés hizo un esfuerzo supremo para doblegar en tres maravillosos sets a un Palma que siempre se le había atragantado. Con apenas 24 horas para descansar, Novillo y sus chicos se plantaron en la final del domingo ante un Unicaja que tuvo una eliminatoria placentera. Era otra cita para evocar, que podría haber abierto su palmarés en su corta trayectoria en la elite nacional. Pero en una Almería primaveral, aquel 1 de marzo de 2009, el sol no brilló para iluminar a un CAI desdibujado, que acusó el maratón de tres partidos consecutivos, y la eficacia del juego de un Unicaja que le machacó con uno de los fundamentos del voleibol: el saque.

La filosofía de Novillo desde que ocupa el banquillo del CAI ha sido clara: "De los errores se aprende para seguir creciendo". Y el bloque turolense tomó buena nota. Como una pareja que no puede estar uno sin el otro, los dos conjuntos ahorradores retomaron el idilio y quedaron en volver a hablar en la pista el 25 de abril, cuando Los Planos levantaba el telón de la final del 'play off' al título de la Superliga 2008/09. Para ganar una final hay que haber perdido otra, dice una máxima en el deporte. El CAI afrontaba su primer duelo de envergadura con la ilusión del debutante, y con el orgullo herido por la gloria arrebatada por su pareja de juego. Y en un ejercicio de virtuosismo en la red, Novillo tuvo su mejor fiesta de cumpleaños: un 1 de mayo que todavía recuerdan los aficionados a este deporte.

Campeón y subcampeón disfrutaron del verano por separado. Pero el amor que se profesan en la pista es superior. El CAI le dijo al Unicaja: "Te vienes otra vez a Teruel el 3 de octubre, y a ver qué pasa en la Supercopa". Y sucedió que el EuroCAI, el SuperCAI, engrandeció aún más su currículum con otro trofeo que también anhelaba su contrincante, con sed de venganza.

CAI y Unicaja iniciaban la temporada 2009/10 con el ropero renovado ante la exigencia de un guión que tenía escrito en el encabezamiento 'Champions League'. CAI y Unicaja arrancaban la Superliga en busca de los mismos premios: el primero, la Supercopa, se guarda en Teruel; el segundo, la Copa del Rey, viajó a casa del Unicaja, que le birló, otra vez, en las semifinales del 35ª edición del torneo que acogió Zaragoza, la oportunidad de acariciarla. Ahora llega la deseada final, una apasionante final que une a la pareja más 'chic' de la Superliga.