No pudo ser. Era muy difícil pero, durante varios minutos, pareció posible. El CAI Zaragoza no disputará la próxima edición de la Copa del Rey tras haber caído derrotado en el Palau Blaugrana por 71 a 68 en el último partido de la primera vuelta. Un resultado cruel, que refleja la cercanía que ambos conjuntos, situados en dos galaxias completamente distintas a nivel presupuestario, mostraron sobre el parqué de la Ciudad Condal.

Pocas cosas se le pueden achacar al cuadro zaragozano. En el peor escenario, y ante el rival más temido, los pupilos de José Luis Abós saltaron a la cancha dispuestos a comerse el mundo. Sin complejos y con una rotación que incluyó a todos los hombres disponibles, a excepción del junior Javier Marín, los aragoneses plantaron batalla, vendieron muy cara su derrota y se acabaron marchando a los vestuarios con la mezcla de sensaciones inherente al que lo da todo y no consigue su fin.

El Regal Barça pasa por ser un equipo monótono, que impone la defensa al ataque y dibuja partidos cuya gama cromática raramente pasa del gris. Así lo demostró desde el primer cuarto, generando una dinámica a la que los aragoneses supieron adaptarse rápidamente. Con miedo a lo que Pete Mickeal pudiera hacer, los visitantes ordenaron un sistema de ayudas defensivas que anularon al alero norteamericano. Pero las armas azulgranas son muchas y variadas, por lo que terminaron adjudicándose el primer cuarto con un apretado 18-15 en el marcador.

Xavi Pascual decidió entonces dar entrada a Juan Carlos Navarro. El escolta, que reaparecía tras su larga lesión, pisó la tarima del Palau con la intención primigenia de disputar algunos minutos que le ayudasen a ir poniéndose a tono. Nada más lejos de la realidad. La 'Bomba', toda una máquina de encestar, acabó siendo el máximo anotador del choque, con 17 tantos a su favor, y el principal ejecutor de los rojillos en el tramos final del encuentro.

Triste final

Durante algunos instantes, el CAI Zaragoza facturó un baloncesto de primerísimo nivel. Mandando sobre los barcelonistas, que fueron durante varios instantes a remolque en el electrónico. Los de José Luis Abós se olvidaron de la excesiva dependencia del triple que habían mostrado en algunos partidos anteriores y movieron el balón buscando el poste bajo siempre que fuera posible. Hetthseimeir, Archibald, Aguilar y Fontet, los hombres altos reunidos en pleno, jugaron y aportaron todo lo que se les puede pedir. La rotación interior, que alguna vez bajo sospecha, funcionó como nunca. Por fuera, rachas de Cabezas, que hizo 14 puntos, Van Rossom, que terminó con 13, y Wright, que encestó 12, mantenían vivo al equipo. Todo listo para un partido que se decidió en las últimas posesiones.

A falta de poco más de un minuto para el final, Carlos Cabezas convirtió un lejano triple que otorgó a los rojillos una ventaja de tres puntos en el marcador. Mickeal, hasta entonces desaparecido, respondió con una acción marca de la casa y el balón volvió a manos del CAI. El marbellí, totalmente enchufado, decidió tomar la responsabilidad. Aclarado para él, que, lamentablemente, vio como se le escapaba la pelota a la hora de efectuar lo que parecía una cómoda bandeja. Fue el comienzo del fin. En el Regal Barcelona, Navarro anotó los ocho últimos puntos desde la línea de personal. Sin fallo, el MVP del último Eurobasket ejecutó a un conjunto rojillo al que le pesaron los nervios y la responsabilidad.

Ficha técnica:

71. Barcelona Regal (18+16+17+20): Marcelinho Huertas(2), Pete Mickeal (7), Eidson (9), Lorbek (16), Perovic (7) -equipo inicial-, Sada (-), Navarro (17), Vázquez (6), Wallace (2), Ingles (5) y Rabaseda (-).

68. Cai Zaragoza (15+20+12+21): Archibald (6), Cabezas (14), Stefansson (6), Hettsheimeir (8), Wright (12) -equipo inicial-, Van Rossom (13), Almazán (-), Fontet (2), Toppert (-) y Aguilar (7).

Árbitros: José Ramón García Ortiz, José Javier Murgui (9) y Anna Cardús. Eliminado por cinco personales: Lorbek.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de Liga disputado en el Palau Blaugrana ante 4.892 aficionados, entre ellos, unos 200 desplazados desde Aragón.