Celebración del Casademont Zaragoza tras ganar la Copa, una fiesta por todo lo alto
Zaragoza se ha volcado con las jugadoras del Casademont Zaragoza y las ha acompañado por el centro de la ciudad en su celebración de la victoria en la Copa de la Reina.
Zaragoza tenía ganas de celebrar un título. Quedó más que comprobado este domingo. Miles de zaragozanos salieron a la calle para festejar junto a las jugadoras la soñada Copa de la Reina. El Casademont, eufórico, celebró a lo grande la conquista: la plantilla aragonesa recorrió el centro de la ciudad en un autobús descapotable, por donde fue aclamado por los miles de aficionados que se agolpaban por las calles.
El vehículo partió del pabellón Príncipe Felipe, para continuar después por la avenida de Cesáreo Alierta, la plaza de Aragón y el paseo de la Independencia, hasta llegar a la plaza de España. Más de uno acompañó durante todo el recorrido al autobús capitaneado por las campeonas. Las terrazas de los edificios del paseo de la Constitución se llenaron y al llegar a la plaza de España, la euforia se desató.
Allí, lideradas por Vega Gimeno –la capitana del equipo– y por Helena Oma –designada MVP de la final–, la mayoría de las integrantes de la plantilla aragonesa se bañaron en la fuente para celebrar el título. La iniciativa de las jugadoras generó una aplauso atronador de los seguidores zaragozanos, quienes no dejaron de amenizar el ambiente con sus continuos cánticos.
"¡Esta copica es para la Pilarica!", "¡Que bote Zaragoza, que bote Zaragoza!", "¡Sí se pudo!". Las jugadoras se encargaban de comenzar la frase y las miles de gargantas respondían al unísono replicando con gritos, saltos e incluso alguna lágrima de felicidad.
Entonces, Vega Gimeno agarró el micrófono para elevar aún más el júbilo: "Mucha gente creía que era imposible, pero para Zaragoza no hay nada imposible. Esto no acaba aquí. Queda mucho. Vamos a por el ‘play-off’ y vamos a por la liga", anunció la capitana del Casademont Zaragoza, que enseguida despertó una ovación unánime y sincera de todos los presentes. Incluso le facilitaron una bandera de Aragón y la jugadora no se lo pensó dos veces y se la colocó alrededor de la cintura
El entrenador, Carlos Cantero, también quiso dedicarles unas palabras a los miles de aficionados que se reunieron para celebrar este gran triunfo. "¡Viva Zaragoza!", gritó a los cuatro vientos.
Las jugadoras, muy cercanas, recorrieron la fuente una y otra vez con el trofeo en la mano. Los que consiguieron acercarse al centro de la plaza de España pudieron incluso tocarlo.
Toda Zaragoza se volcó con el equipo. La fachada del Ayuntamiento de la capital aragonesa y la Puerta del Carmen se tiñeron de rojo –los colores del Casademont–. Fue, sin duda, un día histórico para la ciudad.
