El renacer de la ilusión

Nos gustaría que 2018 fuera el año de nuestro crecimiento colectivo.

Si por algo se ha caracterizado 2017 para Basket Zaragoza ha sido el renacer de la ilusión por un equipo y unos colores. En ocasiones, es necesario recordar cuáles fueron nuestros orígenes, nuestros ideales, de dónde venimos y el porqué nuestro club ha sido capaz de llegar hasta el año 2017 con el esfuerzo de muchas personas y el sentimiento de una afición detrás.

Sin abandonar la filosofía de nuestro club, allá por el mes de junio, nuestra nueva imagen corporativa experimentó una metamorfosis para acercarnos más todavía a nuestra esencia zaragozana y aragonesa, dentro de la misma idea que nos ha traído hasta aquí después de 15 años. Expresamos esa declaración de intenciones en el nuevo logo que luce con orgullo en el círculo central de nuestra pista, incorporando la imagen de un león, animal ligado a Zaragoza, como la mejor expresión del espíritu que encarna nuestra idiosincrasia y nuestro proyecto que arrancó en 2002.

Fieles a nuestro sentimiento de baloncesto de Zaragoza, planificamos también nuestro apartado deportivo con el perfil de un entrenador con un proyecto a largo plazo y una plantilla que estuvieran acorde con los valores demandados por nuestra afición: entrega, lucha y compromiso con los colores.

De la mano de Jota Cuspinera, entrenador curtido ampliamente en la base y con experiencia en la élite, se está trazando el rumbo inicial, el camino más combativo para seguir marcando la base de nuestro futuro. Jugadores que saben lo que supone el valor de nuestra camiseta y quiénes están detrás de ella.

Felizmente, nuestra afición está sintiendo de forma entusiasta estos aires de fidelidad, refrendando en la grada con su asistencia el convencimiento de que la entrega es el camino más corto para optar a las victorias o, al menos, para expresar el orgullo de pertenencia a los colores que representan a Zaragoza y Aragón.

El objetivo es el mismo de siempre: llegar al máximo dentro de nuestras posibilidades y reconociendo que, en ocasiones, con menos que algunos de nuestros competidores hacemos más que muchos. Y es así porque en cada uno de nuestros departamentos del club, del primer al último empleado de la casa, todos remamos en la misma dirección.

Nuestro deseo estriba en crecer en nuestro proyecto porque la rentabilidad de nuestros esfuerzos, tanto en lo social como en lo deportivo, es evidente. Ojalá que quienes desean sumarse a nuestra causa acaben por apoyarla porque estamos seguros de que no les vamos a defraudar.

Siguiendo con nuestro camino, atesoramos algo muy importante, nuestra cantera. A día de hoy, ese trabajo ya está dando sus primero frutos con los internacionales en categorías base, tanto jugadores como técnicos, contando además con canteranos nuestros en todas las categorías del baloncesto español, desde la Liga Endesa hasta la EBA.

Sin embargo, el baloncesto se rige por la ley del deporte pura y dura. Así que hay situaciones que no pueden impedir la marcha de nuestros mejores valores a otros clubes mayores. Eso sí, siempre les seguiremos con orgullo porque tendrán el ADN de Basket Zaragoza. Nuestro mayor deseo es que, con la ayuda de todos, muchos de ellos puedan lucir nuestro escudo el máximo de tiempo posible.

En 2018 seguiremos trabajando para que haya baloncesto en Zaragoza por muchos años y todo el mundo disfrute de nuestro deporte y nuestra filosofía, intentado resistir a esas reglas del juego que, en ningún caso, nos hacen reblar.

Puestos a soñar, nos gustaría que 2018 pudiera ser el año de nuestro crecimiento colectivo y que se sumaran a nuestro proyecto el máximo de instituciones y empresas para permitir a Basket Zaragoza tener un Club como corresponde a la quinta ciudad de España. Regresar a Europa para pasear con orgullo nuestro nombre por España y Europa no queda en el olvido, está más latente que nunca y en ello pondremos nuestro empeño día a día.

Desde Basket Zaragoza os deseamos lo mejor para el 2018. Aúpa Basket Zaragoza… Siempre.