La SD Huesca y el gol: un tormento que no cesa

Los 20 goles en 27 partidos de Liga sitúan al cuadro de Hidalgo como el menos anotador de toda la categoría junto con el Amorebieta. Una cifra sin precedentes a estas alturas de la temporada en los doce cursos de la SD Huesca en Segunda División.

Samu Obeng se lamenta tras errar una ocasión en el partido de ayer frente al Amorebieta.
Samu Obeng se lamenta tras errar una ocasión en el partido de ayer frente al Amorebieta.
Verónica Lacasa

20 goles a favor en 27 partidos de Liga. Es el pobre balance de la SD Huesca de cara a puerta. Un dato que le convierte, junto a la SD Amorebieta, en el conjunto de toda la categoría que menos anota. En los últimos tres partidos (Alcorcón, Eldense y Amorebieta), -disputados, además, contra equipos que también están peleando por la permanencia y, a priori, son más endebles en defensa- el cuadro altoaragonés solo ha conseguido mandar el balón al fondo de la red en una ocasión. Fue contra el Alcorcón -que estaba en descenso- y en el tiempo de descuento (1-0). Cierto es que no será por ocasiones.

A pesar de ello, es evidente que hace falta una mayor intención -futbolísticamente hablando- para encontrar el gol de manera más frecuente. La escasez de balones que llegan a los delanteros en posiciones de remate lo evidencia, pero el sistema por el que apuesta Hidalgo, dadas las piezas de las que dispone, le obliga a basar el juego en las internadas por bandas y centros al área, en su mayoría infructuosos. A la hora de defender ataques posicionales, balones al área o replegar para contrarrestar las transiciones, se pone de manifiesto el gran trabajo y la solidez mantenida en defensa como bloque. El problema suele aparecer en campo contrario, desde tres cuartos, cuando se agotan las ideas y parece imposible trenzar jugadas para llegar al área en posiciones de peligro.

Otro de los factores que provoca la incuestionable sequedad de gol es la falta de resolución en la parcela ofensiva. Efectivamente, la llegada de Elady le ha imprimido al equipo mayor refresco y oxígeno en el último tramo del campo, pero la ausencia de clarividencia en el remate -y de ocasiones manifiestas de gol dentro del área- se impone sobre la contundencia en el área. Probablemente, una adversidad surgida por el planteamiento inicial: en ninguno de los tres últimos encuentros nombrados se comenzó con más de dos hombres en la línea de ataque, iniciando con una doble punta o con un único jugador más adelantado.

La punta de ataque, sin afilar

El hecho de que Antonio Hidalgo se incorporara en la jornada 11 al banquillo de la SD Huesca no permitió al entrenador catalán madurar su idea desde la raíz, esa propuesta de juego por la que decidió apostar cuando aterrizó en Huesca. Y es algo cuyas consecuencias han afectado de manera directa a la parcela de ataque. Una de las principales referencias ofensivas del equipo -y llamado a marcar las diferencias en ataque- es Samu Obeng, futbolista solicitado por Ziganda y que, a razón del cambio de planteamiento surgido desde la llegada de Hidalgo, no está siendo capaz de cumplir con los números que se esperaba (5 goles en 26 partidos).

La falta de compatibilidad entre las características de un jugador tan determinante en un equipo -como debe ser el punta- y el esquema en el que el Hidalgo confía, han abocado a una evidente falta de gol del ghanés, al que no le llegan suficientes balones para ello y, como es sabido, es uno de esos delanteros que necesita el cuero cerca de la portería para hacer daño. Se debe considerar, asimismo, que el delantero no pasa por su mejor temporada en cuanto a números, y que la apuesta de Hidalgo con el resto de jugadores que ha incorporado en ataque tampoco se ha traducido en goles.

Con todo ello, y a pesar de que la actual temporada es la de menor ratio goleador de las doce que se han disputado en Segunda División, queda claro que lo que está manteniendo con vida a la SD Huesca es la escasa cantidad de goles que está encajando: 22 en los 27 encuentros. Esta es la otra cara de la moneda, la de los diez partidos con la portería a 0. Solamente ha encajado menos tantos el Leganés (16), líder de la categoría, y el Oviedo (22). Está claro cuál es la tarea pendiente en las quince jornadas que restan: anotar una mayor cantidad de goles por partidos para mejorar dicha estadística y, así, aumentar considerablemente las opciones de seguir compitiendo el curso que viene en Segunda División.

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