CARRERAS POPULARES
La VIII Carrera de Bomberos vuelve a lo grande
4.000 personas respaldan la octava edición de la cita solidaria. Jesús Olmos batió el récord de la prueba de 10k con 29:30.
‘Estamos de vuelta’ era el lema escogido para la octava edición de la Carrera de Bomberos de Zaragoza. Y no solo volvió, sino que la prueba lo hizo a lo grande, después de tres años de ausencia por la pandemia. 4.000 personas, entre ellas más de 40 bomberos de distintas comunidades autónomas y equipados con su uniforme de trabajo, llenaron de color las calles de la capital aragonesa. Jesús Olmos fue el ganador de esta cita solidaria, donde además batió el récord de los 10k tras cruzar la meta en 29 minutos y 30 segundos.
A pesar de que el resultado pasaba a un segundo plano, la carrera contó con varios nombres importantes, deportiva e institucionalmente. El olímpico Toni Abadía, uno de los atletas más importantes de la Comunidad en los últimos años, ejerció de liebre para Olmos. Ambos corrieron de manera conjunta los primeros 5 kilómetros. En ese instante, Abadía dio un paso al lado y dejó que el flamante ganador de la prueba corriese en solitario hacia el triunfo final.
Un minuto y medio después, Edwart Ríos cruzó la línea de meta en segunda posición (31:00), mientras que Noé Larroy fue tercero (31:02). En féminas, Maite Etxezarreta fue la más rápida con un tiempo de 36:05. Tampoco faltó a la cita el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza, Félix Brocate, que completó los 10 kilómetros en 51 minutos y 55 segundos.
El recorrido, homologado por la Federación Española de Atletismo, partió a las 9.30 del parque 3 de Bomberos situado en Violante de Hungría con dirección hacia el paseo de María Agustín. El circuito atravesó algunos puntos destacados de la ciudad como la puerta del Carmen, las riberas, el puente del tercer Milenio o la zona de la Expo y obligó a los corredores a dar una vuelta al coso de la Misericordia -uno de los puntos más esperados- para finalizar en el parque Tío Jorge, frente al parque 1 de Bomberos.
Entre los 4.000 deportistas, procedentes de cinco países y 20 provincias españolas, se encontraban más de 300 policías y bomberos de otras ciudades.
En esta edición, parte del dinero recaudado por las inscripciones estaba destinado a la Asociación Ictus de Aragón, cuya misión es agrupar, informar, reivindicar, asesorar y rehabilitar a pacientes de Ictus y sus familias.
