Vuelta a España: llegada masiva en Zaragoza
Miles de personas salen a recibir a la Vuelta a España en la capital aragonesa 15 años después. Los corredores ‘volaron’ por el centro de una ciudad volcada.
La Vuelta a España ha tenido este jueves una llegada masiva a Zaragoza. Primero, porque la etapa terminó al esprint, como estaba escrito y casi firmado de antemano; y después, porque las aceras estuvieron absolutamente abarrotadas de aficionados. La capital aragonesa llevaba 15 años sin disfrutar de un final de etapa, y eso se notó. Las ganas acumuladas –y el buen tiempo– han animado a miles de personas a salir a la calle para animar de unos ciclistas que ‘volaron’ por la ciudad hasta que cruzaron la meta del paseo de María Agustín.
Varias filas de aficionados apostados en las vallas, balcones llenos... El céntrico vial se ha convertido en una especie de estadio alargado y repleto de espectadores levantado en torno a la calzada. En las calles que recorrieron hasta llegar a la meta, la concentración de aficionados también fue nutrida. Había ganas de ciclismo en Zaragoza.
A eso de las 17.30 llegó el momento culminante del día, con el colombiano Sebastián Molano levantando los brazos. Pero la llegada de la Vuelta se empezó a ‘cocinar’ mucho antes. A primera hora de la mañana, los enormes trailers que llevan de ciudad en ciudad toda la logística de la gran ronda española desembarcaron en el centro de la capital aragonesa. En un ‘pis-pás’, levantaron un enorme montaje entorno a la línea de meta, con un vallado kilométrico, un gran podio, varias pantallas gigantes, una zona vip con barras de bar, una zona de prensa... La Vuelta ya estaba aquí.
A primera hora de la tarde empezaron a llegar los primeros aficionados. Los más madrugadores se apostaron en torno a la meta hacia las 13.00. Estos cogieron palco. Todos disfrutaron durante los minutos previos de artistas circenses que mostraron piuretas imposibles, del paso de vehículos publicitarios repartiendo gorras –hay clásicos que nunca fallan– y de la animación de Juan Mari Guajardo, eñ ‘speaker’ de la Vuelta convertido en la voz del ciclismo en España.
Por la zona VIP fueron pasando autoridades como el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán; la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández; la directora general de Deportes, Cristina García o los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza Ángel Lorén y Félix Brocate. La alcaldesa, Natalia Chueca vio la prueba desde el coche del director de carrera. También se pasaron por la zona ‘guapa’ los jugadores del Real Zaragoza Lluís López y Víctor Mollejo, que entregaron una camiseta del Real Zaragoza al ganador de la etapa.
Por la línea de meta se dejó ver Ángel Vicioso, esprinter de Alhama de Aragón que se retiró en 2017 tras 19 temporadas como profesional. "Hace 15 años, cuando llegó la Vuelta por última vez a Zaragoza, corrí aquella etapa. Creo que fue la más rápida de la historia, hicimos 51 o 52 kilómetros por hora de media. El pelotón se cortó por el aire y llegamos 25 corredores por delante", aputaba. Vicioso apreciaba el ambiente "espectacular" que se vivía en la capital aragonesa. "Todos teníamos claro que iba a venir mucha gente, porque aquí hay mucha afición", señalaba. Sobre la vuelta, ve un nivel "altísimo" con "los mejores ciclistas del mundo".
La hora de la verdad
Tras la animación de los minutos previos, poco a poco llegaba la hora de la verdad. Atrás quedaban los pasos por Tarazona, Magallón, Borja, Gallur... Allí el temido viento no apareció, lo que concenó al fracaso todas las escapadas. Por las pantallas gigantes se apreciaba cómo el pelotón se comía a bocados los kilómetros que les separaban del centro. Valle de Broto, Marqués de la Cadena, puente de Las Fuentes, paseo de Echegaray y Caballero, plaza de Europa... y paseo de María Agustín. La llegada de los corredores fue como un suspiro.
Aunque el favorito era Kaden Groves, el primero fue un colombiano, Juan Sebastián Molano. Las decenas de compatriotas suyos que acudieron a ver el final de etapa, banderas en mano, tocaron el cielo. "Es una alegría impresionante verlo ganar, verlo triunfar de esta manera. Hace mucho tiempo que Colombia se representa también por cosas positivas, grandes, y Sebas Molano es una de ellas. ¡Viva Molano y viva Colombia!", gritaba Kevin. Fue el fin de fiesta perfecto para el regreso de la Vuelta a España a Zaragoza. Costó, pero volvió. ¿El año que viene más?
