Alcaraz, la mezcla perfecta del 'Big Three'

El murciano, con su primer Wimbledon, afianza su posición como heredero del trono mundial y deja muestras de poder aunar la cabeza de Nadal, el revés de Djokovic y la agresividad de Federer.

Carlos Alcaraz posee una variada gama de golpes: su revés a dos manos produjo estragos en el juego de Novak Djokovic.
Carlos Alcaraz posee una variada gama de golpes: su revés a dos manos produjo estragos en el juego de Novak Djokovic.
John Walton/PA wire/dpa

Las alabanzas y comparaciones suelen ser tarea de los medios de comunicación. Son estos los que se encargan de ensalzar a deportistas y de crear comparaciones que pueden ser odiosas y más dañinas que beneficiosas. Muy pocas veces son las propias estrellas las que se lanzan a poner a sus compañeros por las nubes. "Nunca he jugado contra un tenista como él", explicó Novak Djokovic tras sucumbir en la final de Wimbledon. "Tiene lo mejor de los tres mundos", continuó el serbio. "La gente ha hablado mucho en los últimos meses sobre cómo su tenis tiene elementos de los tres, de Rafa, Roger y de mí, y estoy de acuerdo".

Es uno de los mayores elogios de la historia del tenis y quizás del deporte. Nunca uno de los más grandes, sino el que más, se atrevía a hablar así de uno de sus herederos. Sin saber si es una manera más de traspasarle presión a Alcaraz o si de verdad ese es el pensamiento que ronda la cabeza del serbio; que en sus últimos años en la élite tendrá que enfrentarse a una fuerza hasta ahora desconocida.

Alcaraz, con sus 20 años y 73 días, es ya el quinto hombre en la Era Abierta en ganar dos Grand Slams antes de los 21 años, junto a Mats Wilander, que consiguió cuatro, Bjorn Borg, que logró tres, y Boris Becker y Nadal, que llegaron a dos. El murciano, que además es el tercero más precoz en ganar Wimbledon, tendrá dos ocasiones para llegar hasta Wilander, si gana US Open y Australia.

Esta precocidad contrasta con la tardanza de Federer, que no ganó su primer Grand Slam (Wimbledon 2003), hasta un mes antes de cumplir los 22 años, y la de Djokovic, que triunfó en Melbourne con 20 años y medio y no volvió a ganar otro título hasta tres años más tarde. A favor del serbio hay que mencionar que su despegue se produjo en plena efervescencia de Federer y Nadal.

Pero no es solo la rapidez con la que el número de uno más joven de la historia está logrando sus éxitos, es también la forma y el estilo del mismo. En palabras de sus coetáneos, Alcaraz aúna la cabeza de Nadal, el revés de Djokovic y el juego agresivo de Federer.

"Cuando tenía 17 años, que no fue hace tanto, era mucho menos maduro, lo cual es normal. Fallaba más y todo el mundo podía ver que era increíble, pero la gente se preguntaba si encontraría la forma de fallar menos produciendo la misma potencia. Y lo hizo muy rápido", explicó Daniil Medvedev, que cedió ante Alcaraz en semifinales.

"Si le dejas una bola fácil, te metes en un problema. Lo más normal es que consiga un golpe ganador. Con Novak, Andy o Rafa, tienes la sensación de que puede que llegues al golpe, pero después van a meter otros 20. Con Carlos, quizás no llegues ni al primero", aseveró el de Moscú.

"Una locura"

Prosigue Djokovic: "Tiene esa mentalidad de toro español y esa competitividad y espíritu de lucha que hemos visto en Rafa durante tantos años. Tiene reveses cortados y algunas similitudes con mis golpes. Nunca he jugado contra un tenista como él en mi carrera. Roger y Rafa tienen sus propias fortalezas y debilidades. Carlos es muy completo".

El guante con el revés, la resiliencia mental de Nadal y la imaginación y creatividad de Federer no son características ajenas a Alcaraz, que trata de despejarse de todas esas comparaciones para abrazar una máxima.

"Me gusta que pensar que voy a ser Carlos Alcaraz al completo. Es una locura que digan esas cosas, pero la verdad es que sí, me considero un jugador muy completo, que tiene tiros, fuerza física y fortaleza mental suficientes para esta clase de situaciones. Quizás esté en lo cierto, pero no quiero pensar en ello", apostilla el murciano, que nunca pudo jugar contra Federer, venció a Nadal una vez -perdió dos- y ahora se pone por delante de Djokovic en el cara a cara.

Como le ocurrió a Pete Sampras con Federer en 2001 y a Federer con Nadal en 2008, Djokovic ha sufrido su momento de cambio generacional, su día D. Con 36 años ha aparecido un actor principal con ganas y tenis para robarle el protagonismo. La sensación que flotó en la Catedral del tenis es que la Era Djokovic ha finalizado y, aunque le puedan quedar retazos, lo que arranca ahora es el dominio Alcaraz. Un reinado que pocos pueden discutir.

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