Tardienta se hace un hueco en el judo nacional

La pequeña localidad de Tardienta, de menos de mil habitantes, ha logrado hacerse un hueco en el mundo del judo a nivel nacional, gracias a la hazaña de cuatro de sus jóvenes vecinos: Enrique Pradel, Sara Galindo y Jimena y Carlos Martín. Todos ellos lograron clasificarse para el Campeonato de España Escolar de Judo y además, volvieron a casa con dos medallas.

Atendiendo a su tamaño, la aportación de este pequeño municipio monegrino fue excepcional. De hecho, acudieron un total de 50 judocas aragoneses, la mayoría de grandes núcleos de población o gran tradición en este deporte como Zaragoza, Huesca o Binéfar. Además, Aragón logró el segundo puesto en el medallero del campeonato, con once metales, y de ellos, dos fueron obtenidos por deportistas de la localidad de Tardienta. Jimena Martín, de 12 años, se colgó el oro en la categoría infantil de menos de 36 kilos, y su hermano, Carlos Martín, la plata, en Cadetes de menos de 50 kilos. También realizaron un gran papel Enrique Pradel y Sara Galindo. Los cuatro forman parte del Club Judo Huesca.

Tras su gesta, y reconociendo su contribución a la difusión de esta población de Los Monegros, el Ayuntamiento de Tardienta acaba de rendirles un sencillo homenaje, recibiéndoles en el consistorio, donde la alcaldesa de la localidad, Miriam Ponsa, y el concejal de Deportes, Andrés Mur, les hicieron entrega de un metacrilato personalizado y una pañoleta bordada con el escudo de la localidad.

"Todavía me dura la emoción y la alegría; he cumplido uno de mis grandes sueños", señala la más joven de los hermanos Martín, Jimena, al recordar la jornada vivida a finales del pasado mes de abril en la localidad madrileña de Gallur. Para ella, era su primera competición a nivel nacional, a la que accedió con muchas opciones, ya que logró clasificarse como líder del ranking generado a través de las competiciones de la Copa de España.

Detrás de la clasificación nacional de los cuatro jóvenes monegrinos, hay muchas horas de trabajo y disciplina. Y también mucho sacrificio. De hecho, entrenan dos horas de lunes a viernes y para ello, deben desplazarse casi a diario hasta la capital oscense, situada a 27 kilómetros de Tardienta. "No me da ninguna pereza. Los entrenamientos nos ayudan a mejorar y además, son una oportunidad de disfrutar con el resto de compañeros", señala la prometedora deportista, explicando que, frente a lo que pueda parecer, el judo es un deporte de equipo, en el que "cada uno de nosotros necesitamos de la ayuda del resto para evolucionar". También subraya la importancia de valores como el respeto y la educación.

Al homenaje organizado en Tardienta, además de familiares y amigos, también acudieron los entrenadores de los cuatro jóvenes, Álvaro Antoñanzas y Silvia Lles.