Diario de un aragonés en Catar: "Vamos a ganar el Mundial; si no, no hubiera venido"
David Cebollada sigue a España desde el primer partido del Campeonato del Mundo y quiere hacerlo hasta la final.
A David Cebollada le queda poca voz. "Espero guardar algo para el día 18 de diciembre –fecha de la final del Mundial– porque vamos a conseguir la segunda estrella", dice con su timbre ronco. Este zaragozano habla desde Catar, adonde llegó el pasado día 18 y de donde quiere volver cuando termine el mejor torneo de fútbol del mundo. "Creo que lo vamos a ganar; si no, no hubiera venido", explica.
Es un auténtico loco de la selección española de fútbol. Cebollada preside la única peña que existe del combinado nacional, Marea Roja, y puede que sea la persona que más partidos haya visto en los últimos años en directo por todos los rincones del planeta, más incluso que Manolo el del Bombo. Por eso, perderse una cita como un Mundial era algo impensable para él, por más que haya que atravesar mares y desiertos para llegar a Catar.
La distancia, las fechas, el país de destino y el coste del viaje han echado para atrás a muchos aficionados. De hecho, apenas medio centenar de aficionados han volado desde España hasta Catar. Entre ellos, no podía faltar Cebollada. Viaja con otros dos fanáticos de España, el hispanoitaliano Giancarlo Manelli y el riojano David Pinillos.
El día 18 aterrizaron en Dubái, donde se juntaron con otros miembros de Marea Roja que viven allí. El 22 ya se trasladaron a Doha para ver el histórico 7-0 de España a Costa Rica. "Fue maravilloso", rememora este zaragozano. En Catar se han alojado en unas casetas que se han levantado para alojar aficionados de todas las partes del mundo. "Pagas unos 200 euros al día por un alojamiento para dos personas. Es caro, pero es que el país es muy caro", cuenta. Un café, por ejemplo, no baja de los "4 o 5 euros", añade. El día 24 volvieron a Dubái y el 27, vuelta a Doha para ver el España-Alemania. "Estuvimos bien. Ellos apretaron y tuvieron ocasiones, pero nosotros también. Esto tiene buena pinta, es un equipo joven pero que sabe competir", analiza.
Sus planes incluyen una visita a Kuwait a finales de esta semana, con regreso a Doha para ver, por supuesto, el partido de España de octavos de final. "De ahí en adelante no tenemos absolutamente nada", señala. Eso sí, cuenta con no volver antes de la final del torneo. Si así ocurre, finalmente será un viaje de un mes entero siguiendo a la selección. David cuenta con un presupuesto de "entre 5.000 y 6.000 euros", que ha ido ahorrando durante los últimos cuatro años.
Una inversión en su gran pasión que está disfrutando al máximo. En las casetas en las que se alojan están conviviendo con aficionados de todos los equipos "con muy buen ambiente". "Te paras con la gente, hablas con ellos... Estamos genial con todo el mundo", señala. Y en Catar, según sus impresiones, se está "con una tranquilidad y libertad asombrosa", pese a las críticas que ha recibido la sede del Mundial por su escaso respeto por los derechos humanos.
"Las normas que decían que había ya se sabía que iban a ser muy laxas. Estamos viendo un país peculiar, pero no es realmente lo que la gente puede pensar desde fuera. Sí que hay normas que se cumplen a rajatabla, pero hay cosas de ellas en las que incluso debemos aprender, como el respeto hacia el otro", opina Cebollada.
En cuanto a las normas de vestimenta o de comportamiento, este aragonés señala que "cada uno va a su aire", que "las normas de no fumar no se están respetando", que la gente es "muy agradecida" y que se trata, en definitiva, de una experiencia "muy bonita".
Después de Sudáfrica, Brasil y Rusia, este es su cuarto Mundial siguiendo a España, en un currículum que también incluye otras tres Eurocopas y partidos en Lituania, Rumanía, Islas Feroe, Suecia, Croacia… Su objetivo, ahora, es ponerse su segunda estrella.
