baloncesto
Pradilla, el heredero de la gran tradición aragonesa
El zaragozano estira la brillante trayectoria que iniciaron Fernando Arcega y Epi. Es el primer talento de la Generación Z que abraza una medalla con la selección absoluta
La verdadera historia del baloncesto español nació en el Europeo Junior de Rossetto 1978. Allí inició su itinerario glorioso Fernando Arcega, ‘el Abuelo’, verdadero padre de la extraordinaria retahíla de jugadores aragoneses que han elevado a la cima del baloncesto a la selección española. La cima que ayer holló Jaime Pradilla, una de las grandes revelaciones de la España que vuelve a gobernar el baloncesto FIBA.
Junto a Fernando Arcega, el gran Juan Antonio San Epifanio ‘Epi’, el magnífico anotador que se marchó siendo un chavalito al Barça y que lideró la selección española que conquistó la plata en el Europeo de Nantes 83 y en los Juegos de Los Ángeles 84. España había abandonado los arrabales del mapamundi y se introducía por derecho en el grupo de las elegidas en el baloncesto europeo, junto a las antiguas URSS y Yugoslavia.
Pero no fueron solo Fernando Arcega y Epi. En los 80, casi todo el equipo del antiguo CAI fue internacional. Hasta el que llevaba el botijo, el inefable Paco Binaburo: Pepe Arcega, Paco Zapata, Santi Aldama después. Cuentan que en una ocasión hasta José Luis Rubio, el hacedor de este invento en Zaragoza, le escribió en una servilleta del Restaurante Bienvenido, en Independencia, la convocatoria de la selección a Díaz Miguel. Yo me lo creo... El caso es que España jugó como local en Zaragoza el Mundial 86. El idilio de Fernando Arcega y Epi llegó hasta el bronce del Europeo 91 en Roma, la última conquista de la Yugoslavia unificada.
Extinguida esa generación, los 90 fueron la década de los Angulo, Alberto y Lucio. Mediada esa década, Zaragoza desapareció de la élite. El Basket Zaragoza nació en 2002. Costó regresar. Más aún, fabricar talentos en la cantera. El 3 de enero de 2001, cuatro días después que Carlos Alocén, nació Jaime Pradilla Gayán, el zaragozano que ayer fue titular en los dos tiempos. Su presencia, después de completar un notable Campeonato de Europa, devuelve a Zaragoza al lugar que le corresponde. Él es el heredero de la gran tradición aragonesa en la selección española que inició el gran Fernando Arcega.
