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Fernando Alonso y el reto de volver a empezar 

Tras dos años y medio fuera del 'paddock' de Fórmula 1, el asturiano regresa al que fue el equipo donde se alzó con sus dos Mundiales, aunque muy cambiado.

22 mar. (COLPISA, David Sánchez de Castro)
Fernando Alonso, con su Alpine en Barein.
Fernando Alonso, con su Alpine en Barein.
EP

El sempiterno Kimi Raikkonen va a evitar que Fernando Alonso sea el piloto más veterano de la parrilla del GP de Baréin que pone punto de partida a la temporada 2021 de Fórmula 1. A sus casi 40 años (los cumplirá en julio), el piloto que encendió la pasión por un deporte minoritario en todo un país vuelve para sacarse una espina que le quedó: el tercer Mundial.

Desintoxicado de F1, una disciplina que confiesa que no ha echado de menos, decide volver dos años y medio después. ¿Por qué? ¿Qué le empuja a regresar a una competición en la que tocó el cielo y se hundió en el barro? ¿En la que compitió con algunos de los más grandes de la historia de tú a tú y acabó metiendo codos con algunos pilotos de pobre bisutería? Las respuestas sólo él las puede verbalizar, pero se intuía desde el primer día que era un punto y aparte pero no un punto final.

Se fue con honores. Escoltado por Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, los pilotos que impidieron que lograse más campeonatos, finalizó su primera etapa como piloto de F1 con unos trompos, un beso a la grada y un guiño a la cámara. Ya tenía comprometida su participación en el Mundial de Resistencia, quería volver a saborear el champán del podio y le empezaban a llegar cantos de sirena del Dakar o de la Indy. Desempolvó de los libros de historia el concepto 'triple corona' del automovilismo y cambió el foco: de querer ser el mejor a querer ser el más completo. De la F1 al WEC, de ahí a la Indy y de ahí al Dakar. ¿Quién se atreve a decir que Fernando Alonso ha estado descansando estos dos años?

Las circunstancias en las que Fernando Alonso vuelve a cruzar a la carpa del 'gran circo' son tan inesperadas como, posiblemente, positivas para él. Su primera intención era reingresar en el campeonato del mundo de Fórmula 1 con una nueva normativa, esa que va a entrar en 2022 para tirar el tablero por los aires y que las piezas se recoloquen. Llegó la mayor pandemia de los últimos 100 años, cuyo fin aún sólo se atisba a lo lejos, y se tuvo que retrasar todo.

Alonso vuelve a la F1 pero pisa por terreno ya caminado. Lo hace a Enstone, la sede del antiguo Benetton y antiguo Renault, renombrado como Alpine por obra y gracia de Luca de Meo, un arriesgado nuevo CEO de la empresa del rombo que ha apostado duro. Cuando Alonso recibió la primera llamada a finales de 2019, empezó a considerar muy en serio reabrir esa puerta que, según sus propias palabras, nunca cerró. Es un equipo que ha vivido varios momentos de gloria unidos a hundimientos: como ocurrió en los 90 en el bicampeonato de Michael Schumacher, en los 2000 fue Fernando Alonso quien vivió dos títulos allí dominando con autoridad. A diferencia del 'kaiser', el español regresó dos años después para ver cómo aquel grupo ya no tenía mucho que ver.

En este aspecto es clave el apoyo del citado De Meo. En el bieno 2005-2006, para Renault la Fórmula 1 era un elemento clave y eso se tradujo en una inversión y apoyo explícito desde la casa madre. A más presupuesto disponible, más activos. Unos años después, el caído en desgracia Carlos Ghosn decidió recortar y 2008 y 2009 fueron los últimos años antes de que se refundara con el nombre de Lotus, para volver a ser Renault años después. hasta ahora, que se convierte en Alpine.

Para esa resiembra que quiere emprender el nuevo CEO del grupo es necesario que en la F1 vayan bien las cosas, aunque no sea un equipo ganador de mano. Ya en la pretemporada se vio: Alpine parte de donde se quedó Renault. Pugnará por algún podio, pero una victoria (salvo carrera loca) es harto complicado de asegurar.

La labor de Alonso en este primer año de su tercera venida será asentar las bases para 2022, el gran año del salto. El español tirará de los vagones de Alpine con el objetivo de que coja velocidad para el gran cambio normativo, y ahí sí quiere ser protagonista. Es vital para sus objetivos que 2021 sea un buen año, y muchas miradas estarán puestas en él. Como le ocurrió en Renault 2005, a Alonso le toca el reto de volver a empezar: tanto él como Alpine se juegan mucho.

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