Nuevo ochomil para el montañismo aragonés

Javier Camacho ha hecho cima sin oxígeno en el Lhotse, donde en 2015 vivió un episodio trágico

Javier Camacho muestra una foto de su familia en la cumbre del Lhotse, a 8.516 metros de altura. jc
Javier Camacho muestra una foto de su familia en la cumbre del Lhotse, a 8.516 metros de altura. jc
JC

Ni los problemas de salud, ni las condiciones climatológicas adversas, ni el recuerdo de un campo base completamente arrasado han frenado su arrojo. Dos años después de verse obligado a abortar el ascenso al Lhotse a causa de una avalancha que se llevó por delante la vida de 22 personas, el fotógrafo y alpinista aragonés Javier Camacho ha hecho cima sin oxígeno artificial en la cuarta montaña más alta del planeta.

Su inseparable cámara captó, el pasado 27 de mayo y a pesar de la fuerte ventisca, los maravillosos paisajes que posee el norte de Nepal. 8.516 metros de perspectiva que penetran por el Lhotse Shar (pico secundario) hacia el Everest. "Necesitaba regresar y pasar página. No podía quedarme con aquella dramática imagen de los cuerpos asomando entre la nieve", indica Camacho, tras completar un reto de mes y medio de duración.

Javier Camacho ha hecho cima sin oxígeno artificial en la cuarta montaña más alta del planeta.

"Viajé a Katmandú justo después de Semana Santa pero, por distintas circunstancias, el proceso se fue retrasando. Se me rompió la tienda de campaña, padecí trastornos respiratorios… Por suerte, Olympus (compañía especializada en óptica e imagen que le patrocina) me contrató un sherpa de altura que me ayudó a completar la segunda mitad de la expedición", añade este zaragozano afincado en Pamplona, y destaca que el apoyo de su familia también ha resultado decisivo.

"Mis hijos me mandaron un mensaje de apoyo a través de Whatsapp cuando peor lo estaba pasando. Me dijeron que confiaban en mí, y que tenía que ser fuerte para superar las dificultades", recuerda, sobre el instante en que decidió acometer el ataque definitivo. "Después de varias jornadas de mal tiempo, las previsiones aventuraban una ventana de respiro y me atreví a salir hacia los campos 3 y 4. Ya el día 26, en torno a las 23.00, inicié la parte final junto a otras dos personas (un militar inglés y el sherpa) que sí llevaban oxígeno", define, antes de lamentar lo poco que disfrutó de las vistas.

"Solo pudimos permanecer arriba alrededor de 10 minutos y a mí, que me encanta paladear la altura, se me hicieron muy cortos. Tuvimos mala suerte porque el viento complicaba todo, pero es una experiencia que no cambio por nada. He logrado saldar una cuenta pendiente conmigo mismo", valora, refiriéndose a aquella trágica experiencia de la primavera de 2015.

"Jamás olvidaré lo vivido durante el alud. Sobre todo, los instantes en los que ayudé a compañeros que estaban heridos. Uno de ellos tenía el virus del sida y, hasta que las pruebas lo descartaron, temí que me lo hubiese contagiado. Este ochomil va dedicado a quienes lo pasaron mal entonces y a mi familia, que ha vuelto a ser fundamental", destaca.

Su segundo ochomil

El Lhotse es el segundo ochomil que asciende Javier Camacho. En 2009, hizo cumbre -también sin oxígeno añadido y sin la ayuda de sherpas- en el Cho Oyu (8.021 metros). "Recuerdo que me convertí en el primer miembro de la Policía Nacional española que conseguía algo así", concluye.

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