Ona Carbonell eleva el listón de la exigencia

En la cuenta atrás hacia la cita mundialista de Budapest del mes de julio, la exigencia es máxima y Ona Carbonell no quiere permitirse ningún fallo.

Ona Carbonell
Ona Carbonell

Ona Carbonell acostumbra a definirse con una palabra: perfeccionista. Como solista forma parte de la elite mundial de la disciplina pero, inconformista, persigue algo tan codiciado como la excelencia.

La indiscutible referente de la natación sincronizada española sigue necesitando, a sus 26 años, del reto continuo consigo misma.

La gran aspiración de la catalana es alcanzar su mejor versión. Lo recuerda entrenamiento tras entrenamiento y lo repite competición tras competición.En ofrecer el cien por cien pensó este viernes, mientras se cubría la cabeza con gelatina de cola de pescado.

Minutos después, ataviada ya con un vistoso bañador en tonos verdes y amarillos que dejaba entrever la figura de una serpiente, irrumpió en la piscina principal del Club Natación Metropole.

Ese complejo, ubicado al noreste de la isla de Gran Canaria, será sede entre los días 26 y 28 de mayo de la quinta prueba de las Series Mundiales de la FINA.

España acude con las máximas ilusiones depositadas en Ona Carbonell, la nadadora más aplaudida en la jornada inaugural.

Ni siquiera las integrantes del club anfitrión que compiten, en el mismo escenario pero en el Campeonato de España, fueron tan vitoreadas como la barcelonesa.

Ona Carbonell premió el calor del público con una buena actuación en la preliminar del solo técnico.

Vio elevada su puntuación hasta los 90.6050 puntos. Despidió la rutina en la primera posición, pero se mostró insatisfecha.

Salió del agua con un gesto serio. Esperó el veredicto del jurado y, después, pidió una valoración a su equipo. "Te han faltado algunos detalles", le recriminó su entrenadora, Esther Jaumà.

Carbonell estuvo por debajo del nivel ofrecido con ese mismo ejercicio en Tokio, donde la presentación de las dos nuevas rutinas técnica y libre de solo le valieron sendas medallas de oro.

La catalana, que en Las Palmas de Gran Canaria batió con holgura a la ucraniana Anna Voloshyna, asumió sus errores y se fijó un nuevo objetivo: quiere brillar este sábado junto a Paula Ramírez en la preliminar del dúo técnico y, después, desquitarse en la final del solo libre. En la cuenta atrás hacia la cita mundialista de Budapest del mes de julio, la exigencia es máxima y Ona Carbonell no quiere permitirse ningún fallo.

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