Said Aitadi: "El único exceso que me permito es tomar un café con los amigos"

A punto de cumplir 35 años, este atleta que lleva más de un lustro residiendo en Calatayud aspira a competir por España en grandes campeonatos.

Aitadi posa en las pistas de la Ciudad Deportiva de Calatayud.
Aitadi posa en las pistas de la Ciudad Deportiva de Calatayud.
Macipe

Acaba de regresar de Praga, donde el pasado domingo disputó el primer maratón de su carrera. ¿Qué siente?

Llevo tres días planchado, muy cansado. Pero me encantó la experiencia y quiero disputar muchos más maratones.

Sorprende que le atraiga una prueba que le deja tan extenuado.

Estoy muy contento, llevaba mucho tiempo entrenando duro para mi primer maratón y creo que hice una gran marca (2h10:38). Quedé séptimo tras tres etíopes, un keniata, un japonés y un marroquí. Quiero más y puedo mejorar.

¿En qué puede mejorar?

Tras cruzar la meta de Praga, la sensación que me quedó es que podía haber dado un poco más, ya que el miedo de mi debut en la distancia me hizo correr de forma prudente. Salí en la posición vigésimo segunda y concluí en la séptima siendo muy conservador. Estoy seguro de que puedo mejorar ese tiempo.

¿Cómo y cuándo descubrió su habilidad para correr?

Cuando era pequeño correr era mi única diversión. Empecé en un equipo del barrio de mi ciudad hasta que alcancé la selección de Marruecos en categorías inferiores.

¿Cuál es su ciudad de origen?

Juribga, en el centro de Marruecos. No llega a los 200.000 habitantes.

¿De niño cuáles eran sus aficiones?

Solo me gustaba correr, luego correr y volver a correr.

¿Por qué decidió emigrar a Aragón hace seis años?

Para tener un mejor futuro profesional, como la mayoría de la gente que emigra y deja su casa. Ya había participado en Alemania en ‘meetings’ en pruebas de 1.500 y 3.000 metros, pero atletas de mi ciudad que habían viajado a Aragón me animaron a dar el paso. Por medio de un familiar conseguí una invitación de Víctor Navarro (presidente del Club de Atletismo Calatayud), para correr un cross en España. Víctor me ayudó a tramitar mi situación irregular y me está apoyando hasta el día de hoy.

¿Cómo es su vida aquí?

Me gusta Calatayud, donde resido el 90% del año. Tal es mi integración que ahora voy a solicitar la reagrupación familiar. Me casé en Marruecos hace dos años y tengo un niño pequeño al que casi no veo y esta lejanía la llevo mal. No es fácil de manejar. Gracias a Dios pronto esto cambiará. Mi club, el Añares Rioja de Logroño, ha regularizado mi situación y esto me va a ayudar a tener a mi familia a mi lado.

¿Qué extraña de su país?

Marruecos me gusta mucho, pero lo que más añoro es estar con mi familia.

¿Exige mucha disciplina el atletismo? ¿Cómo es un día en su existencia?

Para mí el atletismo es disciplina, trabajo y dedicación… Mi vida solo está vinculada al atletismo. Normalmente efectúo once sesiones semanales, es decir, que cuatro días a la semana doblo entrenamiento, mañana y tarde. El resto del día descanso para rendir a la perfección. Mi único exceso es tomar un café con los amigos.

¿Sueña con participar en una gran competición internacional?

Sí, claro. Sería un sueño hecho realidad.

¿Le gustaría hacerlo con España o con Marruecos?

Me gustaría participar con España y voy a pedir la nacionalidad. Ojalá que la consiga rápido y pueda conseguir lo mejor para este país que tanto me está dando. Si fuera español, la marca que hice el domingo en Praga sería la mejor española del año.

A sus 34 años, ¿en qué es mejor y peor atleta respecto a cuando comenzaba?

A mis 34 años soy mas frío, soy capaz de ver las carreras con más seguridad. Desde que vencí en el Nacional de cross en la Zarzuela en 2015, he cambiado como atleta. Ahora me siento capacitado para hacer grandes resultados tanto en cross como en maratón o media maratón. No me pongo límites.

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