Una aventura en el desierto en Panda

Recorrer más de 3.000 kilómetros, en su mayor parte por el desierto, completando etapas del mítico Rally Dakar africano y –aquí viene lo extraordinario– a bordo de un Seat Panda (o Marbella) pueden suponer un reto, una aventura o una locura. En cualquiera de los tres casos, es el proyecto en el que se han embarcado seis zaragozanos, que van a vivir desde hoy "una de las experiencias más increíbles de nuestras vidas". Es el Panda Raid, que cumple su novena edición fiel al espíritu con el que nació: un rally amateur de larga distancia y resistencia, que se envuelve con un lazo solidario, y que ha atrapado a 300 equipos, 600 deportistas de distintos puntos de España y del extranjero. Y en la línea de salida tres Panda con ADN aragonés: el que porta el dorsal 214, con Javier De la Cruz García y Dihinx Sancho España; el 217 de Alfonso Higón y Jorge Rioja; y el 224 de Gerardo Lahoz y Pablo Cano.

Durante una semana, los intrépidos pilotos abandonan sus ocupaciones profesionales para adentrarse en un terreno desconocido, al que esperan hacer frente con grandes dosis de "ilusión". "¿Por qué nos atrevemos con esta historia? Tiene muchos alicientes para engancharte: la posibilidad de recorrer escenarios únicos; de vivir las etapas como el auténtico Rally París-Dakar, sin GPS ni wifi, solo con brújula; el poner a prueba nuestra capacidad física; compartir los valores del compañerismo... Dejas atrás por unos días el ruido de la ciudad y la dependencia de la tecnología para disfrutar cada segundo de la carrera; no hay tiempo ni velocidad", comenta Gerardo Lahoz, quien detalla otro de los verdaderos propósitos de la presencia de los seis amigos en el Panda Raid: "Se trata de una aventura con una finalidad solidaria". La organización del Panda Raid invierte parte del dinero en la construcción de una escuela bioclimática infantil. "Además, a través de África Panders se ha gestionado la donación de 20 ordenadores que servirán para la creación de tres escuelas de informática en Ouarzazate y de otra aula para la Sociedad San Vicente de Paúl en Zaragoza, dedicada a la formación de personas en riesgo de exclusión social", destaca Lahoz.

Tanto él, como sus compañeros, empezaron a gestar el proyecto hace unos meses. "El presupuesto que se maneja es de unos 5.000 a 6.000 euros por coche. Para eso es imprescindible encontrar financiación", apunta Lahoz. Después se hicieron con los imprescindibles Panda. "Hay dos formas de participar: adquiriendo un coche que ya hubiera acudido al raid en otras ediciones o buscar una base de un Panda para prepararlo. Nosotros hemos optado por las dos", explica Lahoz. Los tres vehículos quedaron listos durante esta semana, y forrados con las firmas de los patrocinadores (Armonía Bio, Camaleon Cosmetics) y los colaboradores (Talleres San Joaquín, donde han puesto en forma las máquinas; Urodev, autores del grafismo de la equipación y del logo del equipo; e Intersport Sueiro) que hacen posible su sueño.

El ambicioso reto de los protagonistas comenzó ayer, cuando iniciaron el camino desde Zaragoza hasta Madrid, para pasar las verificaciones técnicas obligatorias, y afrontar los más de 550 kilómetros que separan la capital de Almería. Allí embarcaron junto con el resto de la caravana en un ferry para la realizar la travesía durante toda la noche y despertar esta mañana en Nador, ya en territorio marroquí.

A partir de hoy, tendrán que hacer frente a seis exigentes etapas, repartidas en más de 3.000 kilómetros, hasta alcanzar Marrakech el próximo viernes. "Habrá desierto, dunas, montaña, piedra... y todo habrá que completarlo con la ayuda de un libro de ruta, con las indicaciones básicas y el acompañamiento de una brújula. La verdad es que promete", resalta Lahoz.

Los seis aventureros se han marcado un objetivo claro: "Terminar y volver a casa con los coches. Pero, sobre todo, disfrutar esta semana al máximo".