Kraljevic: "Vi la guerra a 10 kilómetros de casa"

El pívot croata, que llegó a ser cuestionado por el propio Andreu Casadevall, comenzó a demostrar contra el UCAM Murcia que puede ser muy útil al Tecnyconta.

Filip Kraljevic, ayer en los exteriores del pabellón Príncipe Felipe.
Kraljevic: "Vi la guerra a 10 kilómetros de casa"
Oliver Duch

¿Cómo se siente dos meses después de su llegada a Zaragoza?


Cada vez mejor. Las primeras semanas han sido muy duras para mí, en un nuevo país en el que absolutamente todo es novedoso: el idioma, la gente, la ciudad, el equipo... Es normal que haya necesitado un periodo de adaptación a todos estos elementos. Pero ahora estoy muy contento, tanto con Zaragoza como con el club.


Muchos jugadores destacan el carácter familiar de la entidad.


Es totalmente cierto. En mi caso he recibido la máxima ayuda para que la adaptación esté siendo más rápida. Tanto el presidente como el resto de directivos y el cuerpo técnico actúan como si esto fuera una familia. Nos animan a que hagamos cenas juntos y nos hacen saber que están ahí para lo que necesitemos.


¿Es muy diferente la forma de vida en España respecto a la de Croacia?


No es muy diferente. Yo soy de una localidad de la costa del sur de Croacia. A la gente de allí también le apasionan los deportes. La comida es parecida, aunque he descubierto el jamón y me encanta. Todas estas similitudes me están ayudando.


¿Qué hace cuando no está jugando o entrenando?


Me gusta pasear por el centro. He ido a la basílica del Pilar, a muchos museos... También voy de compras a Puerto Venecia, que es un centro comercial bestial. Vivo cerca de Aragonia y allí hay sitios donde comer muy bien. En definitiva, no me aburro.


¿Qué pensó cuando recibió la oferta del Tecnyconta?


Sabía perfectamente donde estaba Zaragoza porque soy bueno en geografía. Y la ACB la seguía muy de cerca, sobre todo durante los últimos dos o tres años. Conocía muchas cosas sobre el equipo. Además, el año pasado estuve de vacaciones en Palma de Mallorca con mi novia y había estado varias veces en Madrid y Barcelona, por lo que me apetecía venir a España.


¿Le motivó el desafío de la ACB?


Quería dar un paso adelante en mi carrera. La LigaAdriática es potente, pero la ACB es mucho mejor. En la primera hay 4 o 5 equipos buenos y en la segunda unos 14 o 15. Por eso me decidí a aceptar el desafío. Quiero mejorar en todos los campos y estoy en el lugar correcto para hacerlo.


A sus 26 años, es la primera vez que sale de su país.


Sentía que era el momento de marchar de casa. El año pasado hice una gran campaña, siendo el máximo taponador de la liga. Soy una persona que siempre quiere mejorar en todos los aspectos de mi vida. Quiero demostrarme a mí mismo y al resto que puedo ser útil en la ACB. No me voy a rendir para conseguirlo.


Ha sido cuestionado en los inicios.


He tenido que adaptarme a los nuevos sistemas. Y en España se juega muy diferente que en Croacia. Aquí el juego es más rápido: tengo que pensar y actuar rápido y con un idioma que todavía no controlo. Por eso no ha sido fácil el camino.


El pasado sábado contra el UCAM comenzó a demostrar lo que puede aportar al equipo.


El sábado me sentí muy feliz por mi actuación y por el maravilloso apoyo de la afición, tanto al equipo como a mí. Lo pasamos muy bien en la pista y demostramos que podemos hacer grandes cosas si trabajamos unidos.


¿A qué edad comenzó a jugar?


Tenía unos 16 años y medio cuando comencé a jugar al baloncesto, muy tarde. Como era alto, me dijeron que lo intentara. Hasta entonces me interesaban más el fútbol y el tenis.


¿Era un buen estudiante?


Saqué buenas notas en el instituto, pero vi que mi futuro estaba en el baloncesto y en eso me centré.


¿Cómo es Siroki Brijec, su ciudad?


Es una localidad pequeña, en la parte croata de Bosnia Herzegovina, con unos 28.000 habitantes. Es curioso que de allí hayan salido grandes jugadores como Stanko Barac o Darko Planinic. Para mí es el mejor lugar del mundo.


¿Había antecedentes deportivos en su familia?


No. Boris, mi padre, es ingeniero y regentaba un negocio propio. Tengo dos hermanos y dos hermanas que han estudiado Economía. Mila, mi madre, se ha ocupado de todos nosotros. Van a visitarme pronto a Zaragoza.


Usted nació en 1989. ¿Cómo recuerda la Guerra de los Balcanes?


Recuerdo que la guerra fue llegando desde Serbia hasta las puertas de casa, hasta Mostar, que está a 10 kilómetros de Siroki Brijec. Decidimos abandonar nuestro hogar e instalarnos esos dos años en Croacia. Mi padre participó en la guerra y fue terrible. No aprendes mucho de eso, te limitas a mirar adelante y sobrevivir. El conflicto nos unió

a todos mucho más. A mi padre no le gusta hablar sobre este tema porque fue un tiempo trágico ya que vio morir a muchos de sus amigos.

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