Pilar Cordón: "Soy muy ambiciosa y persigo la medalla, por equipos e individual

Pilar Lucrecia Cordón ha embellecido un palmarés con Mundiales, Europeos, Campeonatos de España y grandes premios por todo el planeta. Pero faltaba en su excelso currículum unos Juegos. Estuvo preseleccionada para la cita de Sídney 2000, aunque va a ser 16 años después cuando viva en directo "un acontecimiento único". E histórico, ya que es la primera amazona española que compite en la modalidad de salto. Cordón participará en el concurso individual y por equipos con Eduardo Álvarez, Sergio Álvarez, Manuel Fernández (Gerardo Menéndez es reserva). Su empeño, trabajo y perfeccionismo le han llevado a lograr el reto de todo deportista junto a Gribouille du Lys, su yegua con la que forma una pareja deportiva "perfecta". Ambas dan el salto olímpico a partir del domingo 14 (15.00).

Ya está en Río. ¿Cómo se siente?

Muy emocionada y contenta. Para un deportista, los Juegos son un acontecimiento único. Desde que elegí esta profesión, todos los días he trabajado para mejorar los resultados, progresar y crecer. Y, al final, todo el esfuerzo, que no es solo mío si no de un equipo enorme, se plasma en el debut olímpico. Será un momento especial, una situación de mi vida inolvidable, extraordinaria...

Y a su lado Gribouille du Lys, la yegua con la que ha cumplido sus sueños.

La yegua es una número uno. Le encanta la pista y tiene unas cualidades buenísimas. Su calidad es enorme, tiene fuerza y es ganadora.

Han formado un binomio perfecto.

La relación es como con las personas, se va forjando día a día; es una relación cada vez más profunda y busca constantemente la perfección. En un binomio, el animal es un 70% del equipo. Él es el auténtico deportista, el que hace el esfuerzo. Si el caballo no está bien, no hay competición. Este mundo es muy complejo. Convivimos los dos, así que ambos tenemos que coincidir en plena forma física.

Se tuvieron que separar para afrontar el largo desplazamiento en avión hasta Brasil. ¿Cómo han llegado los caballos hasta Río?

Los caballos están acostumbrados a viajar desde jóvenes y están acostumbrados a recorrer largas distancias por las competiciones en todos los medios posibles: camión, avión, tren... Gruibouille du Lys partió el pasado domingo, junto con otros caballos. Viajaron bien, en su compartimento, ventilados, cuidados en la comida... En general viajan bien, pero hay algunos que se ponen más nerviosos, se estresan, pero como las personas.

Está a punto de saltar en el Centro Olímpico Ecuestre y arranca con la competición individual. ¿Cómo va a ser su prueba?

Hay que completar un recorrido, sorteando un número de obstáculos sin derribar y con un tiempo determinado, que depende del jefe de pista. Primero hay una prueba de velocidad; luego, dos jornadas por equipos y se forma una clasificación con la puntuación de los tres días. En la final individual (participan los 35 mejores) todos parten de cero.

¿Qué reto se ha marcado?

Tengo a mi caballo en buena forma y tenemos mucha ilusión de hacer algo grande. Soy ambiciosa y persigo la medalla, por equipos y en individual. Es lo que queremos. ¿El color? Me gustaría la de oro.

¿Quiénes son los principales rivales?

Todos los países que compiten son rivales, aunque el principal es el recorrido que tenemos que completar en la pista. E intentar hacerlo sin errores, sumar un cero. Así podremos ganar. Tenemos un muy buen equipo, somos un gran grupo.

Hace más de tres décadas que inició su sueño deportivo en la hípica. ¿Echa la mirada atrás y qué imágenes rememora?

Los inicios, cuando mi madre (Pilar Muro) nos inculcó la afición a mis hermanos, pero yo fui la única que seguí. El salir de casa para seguir progresando, crecer. Soy una mujer curiosa; me gusta conocer, descubrir, aprender... Opté por formarme en otros países. La satisfacción de los éxitos deportivos... Pero, sobre todo, la relación con los caballos, son mi vida. Trabajo todos los días con la misma pasión y disfrutando, desde el primer salto que di hasta ahora.

¿Cómo vive su familia esta experiencia olímpica?

Con mucha ilusión. Mi familia es una de mis grandes pasiones; la otra, los caballos. Mi madre y mis hermanas no han querido perderse este mayúsculo evento y han venido a Río de Janeiro a apoyarme y a vivir esta experiencia única.

¿Lleva algún amuleto especial?

No, tengo lo más importante que es mi yegua. Tiene todos los mimos del mundo.

¿Gribouille du Lys también percibe que la competición está a punto de arrancar?

Sí, es muy sensitiva y sensible. Sabe que pasa algo, que ocurre algo diferente. Para ella, los Juegos de Río también son mágicos.