Jornada de tregua con el balón tras dos días agotadores

Luis Milla y su preparador físico, Miguel Gandía, han cambiado el paso al equipo en el guión del trabajo este miércoles. Los balones quedaron guardados hasta el jueves y, después de dos días extremadamente exigentes de fútbol, fútbol y más fútbol –el martes en doble sesión de mañana y tarde-, este miércoles ejerce de tregua a mitad de semana en la estadía de Boltaña.

El equipo zaragocista solo se entrenó por la mañana y lo hizo con calma, dedicando 25 minutos a una tabla de trabajos físicos sin mucha dificultad, utilizando el pequeño espacio anexo al campo de Villaboya. Una vez roto el sudor, el recuperador Andrés Ubieto dirigió a la plantilla a un circuito al aire libre, campo a través, junto al río Ara. Más de 40 minutos de carrera entre la naturaleza con diferentes ritmos: seis series de 1.000 metros en un terreno de subidas y bajadas.

Un día diferente. De perfil físico, desconectando el ideal táctico por completo. Nada de balón después de un empacho de dos días donde la filosofía futbolística de Milla entró en vena a todos los jugadores del Real Zaragoza sin cesar.

La tarde del miércoles es de descanso absoluto para el equipo. Tiempo para pasar por el ‘spa’, por la zona de balneario del magnífico Hotel Barceló Monasterio de Boltaña. Para sanar ampollas y rozaduras. Para aliviar las sobrecargas propias de esta época del año. La pelota volverá a ser protagonista el jueves.