¿Cómo se aplica el encerado básico en los esquís?

El mantenimiento y reparación de los equipos es clave para disfrutar de este deporte en plenitud.

Miembros del GTEMA de la FAM en una jornada de entrenamiento
¿Cómo se aplica el encerado básico en los esquís?
GTEMA

El cuidado de los esquís es fundamental para disfrutar de este deporte. A continuación se exponen varios consejos sobre el encerado de suelas y pieles de foca.


Para el encerado de las suelas de nuestros esquís necesitamos una plancha y ceras. Las planchas tienen un regulador de temperatura, para que no se queme la cera que vamos a poner. Esas mismas ceras nos indican la temperatura de aplicación. No obstante, si observamos que sale humo, es señal de que la temperatura es demasiado alta y que la cera se está quemando. Hay que recordar que, a la hora de aplicar la cera con plancha, hay que hacerlo en lugares bien ventilados.Ceras

La gama de ceras es muy variada y elegirlas dependerá, entre otros factores, de nuestro presupuesto, del uso que vayamos a dar a los esquís (competición, esquí de entretenimiento, etc.) y de la temperatura y la humedad de la nieve. En función de estas variables, elegiremos la cera a aplicar.


Con independencia del tipo de cera que usemos, es importante recordar que las suelas de nuestros esquís son como nuestra piel: deben estar correctamente hidratadas y la forma de hacerlo es encerándolas con regularidad.


Hay ceras para aplicar con plancha, en frío, fluoradas, etc. Hay que destacar que la cera universal es apropiada para todo tipo de nieve y, aunque suele ser de las más económicas, también suele ser de menor durabilidad y sus prestaciones son muy reducidas, al ser muy polivalente. Cada fabricante establece los colores de sus productos, pero coinciden todos en que los colores oscuros se utilizan para nieves frías y los colores claros para nieves de temperaturas más altas.Antes de encerar

Antes de encerar o hacer reparaciones en la suela, es necesario limpiarla correctamente. Para ello, primero pasaremos un cepillo de cobre (siempre en el mismo sentido) y desde la espátula del esquí hacia la cola, ejerciendo presión, pero sin dañar la suela. Después pasaremos un cepillo de nailon, de la misma manera. Aplicaremos disolvente por toda la suela, dejándolo reposar unos minutos para que salga toda la suciedad de los poros. Finalmente, pasaremos un papel de celulosa para recoger todos los residuos.


Si tenemos que reparar un agujero del esquí, lo primero que hay que hacer es limpiar bien la suela y, después, con un cúter, limpiar también el agujero. Seguidamente rellenaremos el agujero con ‘cofix’, encendiendo una candela de ‘cofix’ y dejándola que gotee sobre el agujero hasta que se rellene. Dejaremos enfriar bien el esquí y, a continuación, retiraremos el sobrante con una rasqueta metálica. Finalizaremos pasándole un poco de lija, hasta que todo quede igualado.


Asimismo, procederemos a un afilado básico de cantos. Previamente, quitaremos posibles rebabas pasando una piedra abrasiva, con la que haremos un poco de presión. Si desconocemos qué ángulo tienen los esquís, los pintamos con un rotulador por la zona a limar y empezamos a pasar el angulador, con la lima de mayor a menor ángulo, hasta encontrar la medida adecuada, que vendrá indicada cuando, al pasar la lima, desaparezca la pintura del rotulador en toda la superficie del canto.


Una vez identificado el ángulo correcto, pasaremos la lima por todo el canto lateral del esquí. Lo haremos presionando un poco y en tiradas largas, de manera que el afilado quede regular y siempre de espátula a cola del esquí y con la dirección adecuada que marca la lima.


Posteriormente, también ayudándonos del angulador, pasaremos los diamantes, de grueso a fino. Para el uso del diamante, da igual la dirección de aplicación, simplemente haremos una leve presión, dejando de aplicarlo cuando alcance un tono brillante y obtenga un óptimo afilado.


Una vez realizado todo lo anterior, comprobaremos el afilado con los dedos (con precaución de no cortarnos), para finalmente pasar la piedra abrasiva al filo en los 10 primeros centímetros de los cantos de la espátula, para matar el canto y evitar que se nos encarrilen los esquís.Encerado

Ya hemos limpiado bien la suela y nos hemos asegurado de que estamos realizando este trabajo en un local bien ventilado para evitar riesgos innecesarios. Así pues, preparamos la plancha ajustándola a la temperatura de aplicación que nos indica la cera. Derretimos unas gotas a lo largo de la suela del esquí, en una cantidad suficiente que, una vez repartida, nos garantice la distribución de cera en toda la superficie de la suela del esquí.


Seguidamente, se pasa la plancha haciendo círculos para repartir bien la cera y, finalmente, se da una pasada con la plancha, despacio pero sin pausas, por toda la suela.


Posteriormente, se deja enfriar bien el esquí y se procede a retirar la cera sobrante con una rasqueta de metacrilato, pasándola desde la espátula hacia la cola del esquí, hasta que no salga cera sobrante. Luego, pasamos el cepillo de nailon, también desde la espátula hacia la cola del esquí, hasta que la suela quede brillante. Y por último, si hay cera en los cantos, la retiramos también con la rasqueta de metacrilato.


En cuanto a las pieles de foca, el encerado reduce su humedad, lo que previene la formación de zuecos de nieve; también mejora que éstas se mantengan bien pegadas a la suela de los esquís y un deslizamiento mejor.


Aunque las pieles de foca que hay actualmente en el mercado traen incorporado un pegamento de alta calidad, que nos garantiza el correcto funcionamiento durante la durabilidad de este producto, en ocasiones puede ser necesaria su sustitución, retirando la cola vieja con una rasqueta térmica y aplicando cola nueva. La cola para la reparación de pieles de foca se distribuye en tubos de pegamento o en cinta (esta última es más fácil de aplicar y nos proporciona un mejor rendimiento).


El mantenimiento de nuestros esquís debe hacerse al finalizar e iniciar la temporada de práctica deportiva. Al terminar, tenemos que secar bien los esquís para hacer una limpieza de la suela. Seguidamente, los enceraremos, aplicándoles parafina o cera de forma generosa, de tal manera que los cantos queden también cubiertos de cera o parafina.


Asimismo, aflojaremos los elementos de seguridad de las fijaciones, para que no estén en tensión todo el periodo en el que no los vamos a utilizar. Al comienzo de la siguiente temporada, volveremos a regular las fijaciones y acondicionaremos la suela y los cantos.