CINE

Si Buñuel levantara la cabeza...

Si Buñuel hubiera presenciado esto se hubiera muerto de vergüenza al ver a tanta gente. No le gustaban nada los homenajes y los reconocimientos. Así que este acto le hubiera sentado mal". Así de rotundo se mostró Gaizka Urresti, uno de los directores del largometraje 'El último guión. Buñuel en la memoria', que ayer fue proyectado en los nuevos cines Aragonia. El acto contó con la presencia de casi trescientos invitados.

 

La sala 12 de los recién estrenados cines acogió el preestreno de este documental que, a partir de hoy, podrá verse en Zaragoza, Madrid, Valencia y Barcelona.

 

En los minutos previos a la proyección, la entrada era un hervidero de caras conocidas. Gaizka Urresti y Javier Espada, los directores de la cinta ejercieron de perfectos anfitriones y se encargaron de recibir a sus invitados. Entre los presentes, Rafael Campos, gerente del Patronato Municipal de Artes Escénicas, el escritor David Lozano o el músico Miguel Ángel Remiro, encargado de la banda sonora.

 

Los últimos en llegar fueron Ramón Tejedor, director general de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, Ramón Miranda, director general de Cultura y la consejera del ramo, María Victoria Broto. Su colega en el Ayuntamiento, Pilar Alcober, acudió un poco antes, al igual que la directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Rosa Borrás.

 

Dentro de la sala, Luis Alegre fue el encargado de presentar este acto, al que faltaron dos de sus principales pilares, Jean Claude Carrière y Juan Luis Buñuel, que se encontraban en Francia. En su discurso, mostró su satisfacción porque el preestreno se celebrara en unas salas nuevas, en las que se proyectarán películas menos comerciales. Además, elogió este documental, cien por cien aragonés, dirigido por gente de la tierra y centrado en un cineasta que "ha hecho historia en el mundo del cine", indicó. Aunque, seguro que si Luis Buñuel hubiera levantado la cabeza, no le hubiera gustado este último comentario. Él era un gran tímido.