TEATRO

Romeo y Julieta, todo amor en Zaragoza

Ruth Núñez y Alejandro Tous, protagonistas de la serie 'Yo soy Bea', traen al Teatro Principal la obra de Shakespeare. "Teníamos que hacerla, porque si no se nos pasaba el arroz", comentó la actriz

"Es el paradigma del amor, pero esta propuesta lo aborda desde el odio de las dos familias, cómo se perpetúa de generación en generación y lo destruye todo a su paso", dice Ruth Núñez, una Julieta con delicado rostro de madonna renacentista que el público ha visto afeado en televisión para la serie 'Yo soy Bea'. Ella y su pareja, Alejandro Tous, encarnan desde hoy en el Teatro Principal de Zaragoza a los amantes más famosos de la literatura universal: Romeo y Julieta.

 

La famosa tragedia escrita por el inglés William Shakespeare llega de la mano de un director compatriota del gran dramaturgo, Will Keen, que además ha trabajado con grandes compañías británicas como el National Theatre, la Royal Shakespeare Company o el Shakespeare's Globe Theatre. Discípulo de Ian McKellen y compañero de actores de la talla de Vanessa Redgrave o Jeremy Irons, Keen fue profesor de Ruth Núñez y Alejandro Tous en sus talleres dedicados precisamente a Shakespeare.

 

"Decidimos producir teatro porque teníamos muchas ganas, y pensábamos en hacer algo pequeño... -explica Ruth, y se echa a reír- Pero coincidimos con Will en Londres y nos dijo: ¿Por qué no hacéis 'Romeo y Julieta' y lo dirijo yo? Cualquier actor en edad de merecer no lo rechazaría". Y aclara que, para interpretar 'Romeo y Julieta', la cuestión de la edad es "compleja, porque necesitas tener la juventud necesaria pero no demasiada, porque hay que estar tres horas en el escenario. Teníamos que hacerla, o se nos pasaba el arroz", confiesa la actriz.

'Fatum' y hormonas

En el 'Romeo y Julieta' de Will Keen se subraya cómo el 'fatum' -la fatalidad- va encaminando los acontecimientos hacia el terrible desenlace, pero ello no impide que una de las cosas que más sorprende al público sea lo cómica que resulta la primera parte. "La gente no espera reírse, pero Shakespeare, que era muy listo, dio risa al principio y luego puso una tragedia muy trágica", cuenta Alejandro Tous.

 

El actor considera que "algo muy interesante es que ellos se conocen, se aman, pero lo que empuja a ese final catastrófico son los intereses de fuera. Es algo que hoy día es raro que pueda pasar en España, pero vete a Palestina y piensa qué pasa si cada uno está a un lado del muro".

 

Para Núñez, está claro que lo que sucede entre Romeo y Julieta es "un flechazo en toda regla", pero además "lo que hay es un pique entre ellos desde que se conocen: yo te quiero, pues yo más; pues yo me casaría, pues voy y me caso..." "Están con las hormonas disparadas: desde que se conocen hasta que se casan se ven dos veces", señala Tous.

Ruth Núñez no se atreve a juzgar el comportamiento de su personaje "porque desde fuera es muy complicado" y recuerda que lo primero que tuvo que hacer antes de abordarlo es tabla rasa. "Cuando haces un personaje tantas veces interpretado y que está tanto en la memoria colectiva e individual, lo primero es olvidarte de todo lo que sabías o creías saber de él", asegura.

Respetuoso, pero actual

Otra de las dificultades de 'Romeo y Julieta' surge del propio texto, según explica Núñez: "Will hizo mucho hincapié en el texto, en profundizar mucho en las palabras y las imágenes, respetar la medida de los pensamientos". Cosa particularmente compleja no solo por el verso en sí, sino porque, al traducirse de un idioma a otro, la cadencia de las frases se resiente. "Si te apoyas en las palabras y sigues el ritmo, gran parte del trabajo actoral está hecho. Quizás lo más difícil es ajustarse a ese ritmo, pero con las funciones vas encontrando la naturalidad", dice Núñez.

 

Lo que rompe con ese tratamiento respetuoso de la obra original es el aspecto visual de la puesta en escena. Lejos de los trajes de época y las escenografías aparatosas, el montaje de Keen busca una estética atemporal que juega con la luz y la ambientación sonora -además de con escasos elementos escenográficos de apoyo que mueven los propios actores- para pasar de "un ambiente feliz y esperanzador" a "una atmósfera surrealista y sofocante, propia de la pesadilla".

 

Los actores están permanentemente en escena, aunque no siempre a la vista del público. Cinco de los nueve interpretan dos papeles cada uno. "Es un proceso teatral curioso", dice Tous, que ama el teatro porque "tienes sensación de realidad. En el cine y la televisión estás en un sitio seguro, rodeado de tu equipo, pero no ves la respuesta a lo que haces", detalla. "El teatro es una experiencia única", apostilla risueña Núñez.

Para quienes no puedan ver 'Romeo y Julieta' estos días, cabe recordar que el 18 de julio se presentará en el Festival de Alcañiz.