GALARDONES

Los oscenses acaparan estatuillas en los XI Premios de la Música Aragonesa

Copiloto, Pecker y Plasma dieron lustre a Huesca. El grupo del año, de Zaragoza: Las Novias.

Pedro 'Maya' Vizcaíno, con su premio, junto a Beatriz Pitarch, Sergio Falces y David Chapín
Los oscenses acaparan estatuillas en los XI Premios de la Música Aragonesa
PEDRO ETURA /A PHOT AGENCY

Pedro Vizcaíno, fundador y 'alma pater' del sello zaragozano Grabaciones en el Mar, recibía ayer el equivalente aragonés al Irving Thalberg, ese Óscar honorífico que se entrega como reconocimiento a toda una trayectoria. Los premiados hollywoodienses suelen doblar en edad a este fajador de la edición musical que, lejos de comerse el coco por un homenaje tan tempranero, decidió salir al escenario del Teatro Principal disfrazado de abeja Maya. Entre bromas y veras, tuvo tiempo de recordar a Sergio Algora, compinche en el nacimiento y eclosión del sello con su Niño Gusano. Y la Gelmar Orchestra, un 'supergrupo' con músicos de grupos ligados a su casa -Tachenko, Caracols, Copiloto...- le puso el lazo al homenaje cantando un tema de El Niño Gusano, 'Pon tu mente al sol'. Así acabó anoche la gala de los XI Premios de la Música Aragonesa.

 

El colectivo Aragón Musical organizó un año más la velada, que cada año -leves tropezones técnicos aparte- da un paso más hacia la excelencia. La periodista Nona Rubio y el cantante de Niños del Brasil, Santi Rex, repitieron como presentadores. Rex, que abrió la velada con su banda y el tema 'Las calles de Teruel', desplegó su sorna habitual para quejarse amargamente de la suerte esquiva de Niños con los premios: ayer, tres candidaturas y cero galardones.

Huesca vivió una gran noche. El grupo Plasma se llevó el apartado de mayor proyección, ante el jolgorio de los presentes. Pecker, otro de los que desplegaron su talento en la gala, fue el mejor solista, y Javier 'Copiloto' Almazán se llevó el galardón de álbum del año.

 

Míster Hyde (mejor EP) y Las Novias (grupo del año) también regresaron a casa un poco más contentos, después de dos buenas presentaciones en directo y nuevos pisapapeles de lujo para sus locales de ensayo. Toño Leza, cantante de Las Novias, fue otro de los oradores encendidos de la noche a la hora de agradecer el veredicto del público (que hacía la selección previa de candidatos) y el jurado.

 

Amaral, que optaba únicamente al mejor directo, se quedó con esa estatuilla. En el discurso de aceptación, Eva (muy guapa, de negro riguroso) y Juan transmitieron emoción genuina por el reconocimiento en casa. Otra que lució palmito y entonó feliz aquello de 'a casa vuelve', para entregar un premio fue Carmen París. El año pasado fue ella la galardonada, y no se cortó un pelo al criticar a las instituciones por la falta de apoyo tangible a los nuevos talentos de la música aragonesa. Ayer cambió el cariz de su alocución y pidió un aplauso para el Consistorio zaragozano por el convenio que acaba de firmar con las salas de conciertos, ruego satisfecho a medias por los presentes.

 

El consejero de Cultura y Grandes Proyectos del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, se llevó una sonora pitada hace doce meses en el mismo escenario. Ayer regresó al lugar de los hechos, sabedor de que volvería a oír el coro de silbidos, pero capeó el temporal con habilidad y recordó los logros de estos últimos meses en relación con la música. Y respondió con un conciliador "vamos a ver qué pasa" al recordatorio (bien audible) de que la AA.VV. Arrebato sigue cerrada por temas administrativos no resueltos.

 

El 'crack' de la noche, por aclamación popular, fue el inglés afincado en Zaragoza Charlie Taylor, de Monólogos por la Beneficencia. Divertido a rabiar, salió tres veces para salpimentar la velada y logró su objetivo con creces.