Libros y lechugas, de la mano en librería Cálamo

Nadie dijo que cultura y verduras no hicieran buenas migas, pero verlas relacionadas sorprende. Por ello la iniciativa que la librería Cálamo lleva a cabo este jueves no deja indiferente: a todo aquel que adquiera un libro de 17.00 a 20.30 se le obsequiará con dos lechugas frescas, tanto como que hará poco tiempo que se hayan recogido de una huerta de Movera. De la tierra al plato: no hay placer mayor ni más sano.

La iniciativa de esta librería tiene como objetivo principal dar un empujón a unos emprendedores zaragozanos que acaban de saltar a la arena empresarial, hostil más que nunca en tiempos de recesión. Se trata de Sabores Próximos, la 'criatura' de Mario y Víctor. El primero "un joven con ganas y formación para practicar la agricultura orgánica" y el segundo "un no tan joven hijo de agricultor harto de no practicar sus ideas".

Ambos decidieron comenzar su aventura empresarial a principios del pasado mes de agosto y hoy siguen trabajando duro para despegar. En unos 10 días tendrán on line una página web donde todo aquel que quiera podrá pedir las verduras que quiera, todas de temporada, para recibirlas en su casa o recogerlas en un punto determinado.

Es importante hacer hincapié en el hecho de que siempre serán verduras de temporada. "Tenemos que acostumbrarnos a seguir el ciclo de la naturaleza", explica Víctor, que añade que mucha gente no conoce en qué temporada nace cada verdura o cada fruta. Y hay bortes de las típicas de la época invernal en la huerta de Movera. Se trata de lechugas, borrajas, zanahorias o puerros, entre otras.

La idea de asociar libros y lechugas se le ocurrió a Mario y a Víctor, que no tardaron en proponérselo a los responsables de Cálamo. Tampoco estos se pensaron mucho el dar una respuesta afirmativa: de todos es conocido la relación de esta librería y las verduras, que durante el día del Libro en Zaragoza en su puesto no se reciben rosas como regalo, sino borrajas.

Los objetivos de la empresa en la que Mario y Víctor están echando el resto son muchos y variados: que la gente coma bien, combinar salud y placer, recuperar semillas autóctonas... Y sobre todo desarrollar una economía de proximidad que dé trabajo y establezca cierta complicidad con la gente.

Ambos han puesto todas sus esperanzas como emprendedores en esa huerta de poco más de una hectárea en Movera. Prevén que la comercialización de productos empiece en octubre, el de esta tarde en Cálamo es solo un primer paso para darse a conocer.