ÓPERA

La pasión por la ópera reverdece... en la sala de proyección de los cines

Los aficionados disfrutan con la transmisión en directo vía satélite de espectáculos desde teatros como la Scala o la Royal Opera House. El interés creciente hace que Cinesa y Yelmo programen ya toda una temporada, añadiendo además conciertos y ballet

'Don Carlo' logró llevar a los Yelmo a 3.000 espectadores
La pasión por la ópera reverdece... en la sala de proyección de los cines
TEATRO ALLA SCALA

"El futuro está en esto, porque la asistencia al cine disminuye", dice Sandra Alonso, encargada de Cinesa Grancasa, en Zaragoza. Se refiere a una nueva oferta que, pese a llevar poco tiempo en las carteleras, está revelando su potencial para captar nuevo público: las transmisiones de óperas, conciertos y otros eventos.


En Zaragoza, tanto Cinesa (en Grancasa y Augusta) como Yelmo (en Plaza Imperial) llevan ya unos meses programando, sobre todo, ópera, y "se está notando un incremento en la demanda", asegura la zaragozana Ana Fernández, responsable de prensa de Cinesa. Dice que la cosa "está funcionando muy bien en toda España", aunque, al principio, les llegaban correos electrónicos "preguntando si de verdad íbamos a poner ópera".


"La ópera ha tenido una acogida sorprendentemente favorable", cuenta Alejandro Peña, director de los Yelmo Madrid y Zaragoza, que atribuye el éxito sobre todo a dos factores: la calidad de las transmisiones (en alta definición, vía satélite) y la adecuada selección de montajes de teatros de primera línea como la Royal Opera House de Londres, la Scala y La Fenice de Milán, el Liceo de Barcelona o el Real de Madrid.


"Con 'Don Carlo', que era la apertura de temporada de la Scala de Milán, tuvimos 3.000 espectadores", señala Peña, que califica al público de este tipo de pases como "superfán y muy exigente". "Una ópera suele durar tres horas y pico, pero resulta muy entretenido, porque en el cine ves cosas que no se ven en el teatro, como primeros planos de los artistas, y puedes oír hasta cómo respira el cantante o el ruido que hacen las partituras al pasar las hojas la orquesta".


Además, tanto Yelmo como Cinesa se ocupan de que, antes del comienzo, haya introducciones a cargo de gente conocida como Iñaki Gabilondo, Gemma Nierga o Constantino Romero, que explican cosas sobre la obra que se va a ver o sus intérpretes. Igualmente, como muchas de las transmisiones son en directo, buscan cómo ocupar el tiempo del descanso. "Hay gente que prefiere salir de la sala a tomar algo o fumar, pero ponemos vídeos sobre los ensayos, el teatro o la ciudad desde la que se emite. En una de las óperas, todas las señoras se quedaban para ver cómo eran los trajes del espectáculo", comenta Peña.


No obstante, Ana Fernández, de Cinesa, señala que no todas las óperas tienen el mismo tirón: "Aunque parece que a quienes les gusta la ópera les gustan todas, no es así". Como es lógico, lo que más atrae suele ser lo más conocido. "Para 'La traviata', que pondremos en marzo, tenemos ya algunos cines con el 90% del aforo vendido y estamos pensando en poner más salas", dice Fernández. El precio medio de una entrada para ópera en cine ronda los 15 euros, aunque varía según el espectáculo. En algunos cines existen abonos.


Muy heavy


Pero no solo la ópera ha llevado nuevo público a los cines. También la transmisión de conciertos como los de Héroes del Silencio en Yelmo (más de 8.000 espectadores) o Iron Maiden en Cinesa han sido rentables. Respecto a este último, Ana Fernández cuenta que "el público heavy es muy fiel y va desde gente con traje y corbata a otra con camisetas negras, e incluso padres que llevan a sus hijos".


Son menos frecuentes, pero estas transmisiones se han hecho un hueco en la programación. Aunque se ha caído (por causas ajenas a los cines) el concierto de The Cure que iban a ofrecer el próximo jueves, los Yelmo ya tienen previsto dar otro en marzo, en diferido, de Mónica Naranjo. Y los Cinesa, aunque no quieren dar detalles, aseguran que preparan "dos muy interesantes para abril".