PATRIMONIO

El mosaico de las 21 estrellas

Un libro recién publicado devuelve al primer plano de la actualidad el mosaico romano de Artieda, hallado en 1963 y excavado por Enrique Osset.

Detalle del mosaico de Artieda, según dibujo de Enrique Osset.
El mosaico de las 21 estrellas

En agosto de 1963, un joven de Artieda, Francisco Iguacel, rompió el arado del tractor mientras roturaba un campo. Cuando quiso comprobar qué había sucedido, descubrió que había dado con una columna de piedra de grandes dimensiones, que estaba enterrada a unos 30 centímetros de profundidad. Contó lo ocurrido en el bar del pueblo, y uno de los vecinos, el capitán de artillería Enrique Osset, que estaba pasando allí sus vacaciones, organizó, con los medios a su alcance, unas excavaciones de urgencia. Así salió a la luz la villa romana de Rienda, en Artieda (Zaragoza), uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Aragón, donde se encontraron mosaicos de gran belleza. A la perspicacia de Osset, y a su afán documentalista y minucioso, se debe que los mosaicos se salvaran. Osset no era un profesional de la arqueología, pero comunicó sus hallazgos de inmediato y Antonio Beltrán supervisó los trabajos.


A poco más de dos años de que se cumpla el cincuentenario del descubrimiento, un grupo de vecinos de Artieda ha querido recordar que el mosaico, uno de los más bellos de su estilo encontrados en Aragón, es una muestra importante del patrimonio artístico de origen romano. Y lo han hecho publicando un libro en homenaje a su descubridor, Enrique Osset, en cuyas páginas se recorre la historia del descubrimiento y se divulgan fotografías, dibujos y datos inéditos que Osset elaboró durante su trabajo.


El arqueólogo e historiador José Luis Ona ha coordinado y editado el libro, en el que se reúnen tanto los artículos publicados en la prensa de la época como los firmados por el propio Osset para divulgar el hallazgo. «El mosaico apareció en un campo de cultivo, y la villa romana no llegó a excavarse en su totalidad -señala Ona-. En realidad, la mayor parte del trabajo consistió en la excavación, estudio y extracción del mosaico, que se llevó al Museo de Zaragoza». El estudio incluye numeroso material procedente del archivo privado de Osset, como sus dibujos, de una gran minuciosidad. «El libro lo hemos concebido también como un homenaje a Osset, que hizo catas arqueológicas e intentó salvar el yacimiento, aunque no tuvo suerte. De todas formas, si no hubiera sido por su empeño, hoy no hablaríamos del mosaico».


La pieza mide unos 12 metros de largo por 13 de ancho y está constituida por 23 estrellas, de las que se conservan 21, ya que el resto fue destrozado por las rejas de los arados. En cada estrella está representado un animal, ave o pez, cuidadosamente dibujados.


Las jornadas romanas


Peter Rich, hostelero de Casa Sarasa, en Berdún, está impulsando desde la Asociación Turística Las Foces la recuperación del pasado romano de Artieda. «Llevamos un par de años moviendo el tema, porque en el pueblo hay mucha gente que quiere saber más, tanto del yacimiento como del propio mosaico. Y es que lo que se recuperó se llevó al Museo de Zaragoza, y allí ha estado durante unos años expuesto en el patio. Pero hace un tiempo que se retiró para su restauración y ya no se ha vuelto a exponer». Implícitamente, lo que parecen sugerir sus palabras es que, si el mosaico va a estar guardado en un almacén en Zaragoza, Artieda se ofrece a acogerlo de nuevo en su seno y exponerlo al público. De momento, lo que sí se está haciendo en la localidad es organizar todos los años unas jornadas romanas para divulgar el pasado menos conocido de la comarca. «Además del yacimiento donde apareció el mosaico, hay más restos que nos indican un antiguo poblamiento romano -subraya Peter Rich-. Creemos que es muy importante volver a excavar, porque la comarca es muy rica en patrimonio artístico pero de la cultura romana no tiene nada».


El libro fue presentado hace unos días en Artieda, en un acto que contó con la presencia de dos hijas del homenajeado, Concha y Teresa Osset.