CINE

El corto aragonés 'Niño balcón', premiado en Nantes

La joven realizadora Pilar Palomero, guionista del programa 'Aragón a debate' de Aragón Televisión, acaba de ganar el premio al mejor corto en el Festival de Cine Español de Nantes por su último trabajo: 'Niño balcón'. Antes había sido distinguido en los festivales de Zaragoza y Fuentes de Ebro.


'Niño balcón' es un corto de nueve minutos, rodado en Horta de San Juan y Valderrobres, que narra la historia de un niño atrapado entre los hierros de un balcón. Ese hecho, que nace del deslumbramiento del niño ante la llegada de una grupo de músicos ambulantes, acabará modificando la vida de todo un pueblo. El cortometraje posee una atmósfera de cuento fantástico, más o menos intemporal, y es una meditación lírica sobre la amistad y el amor, con guiños evidentes a algunas películas de Luis García Berlanga, al neorrealismo italiano, como 'La Strada', de Federico Fellini, al cine de Giuseppe Tornatore e incluso a la comedia dramática 'Calisto y Melibea', de Fernando de Rojas, sobre todo en lo que se refiere al desenlace de la obra.


La pieza posee una extraordinaria fotografía, matizada y rica de luz, elipsis muy logradas, una cuidada ambientación y un sentido poético incuestionable.


Se trata de una narración de elaborada factura, que tiene algo de madrigal y de comedia surrealista, de carácter atemporal, donde todo ha sido muy bien planificado.


La música es de Andrés Acebes y la elegante y onírica fotografía, de Patricia Prat. Los intérpretes principales son Pepe Llorente y Noelia Llorente, que encarnan a Pepe y Cristina, los protagonistas.


Todo un reto

"Los cortos suponen un reto muy grande. Tienes que resolver problemas constantemente y ser capaz, con muy pocos medios, de contar algo muy tuyo. Podría decir que esa historia de silencios estaba en la órbita de Víctor Erice. También me gustan Tim Burton, Kusturica, Berlanga, Fellini y Woody Allen", declaró a HERALDO Pilar Palomero cuando se le pregunta por sus directores preferidos.


La joven realizadora define su pieza como "un cuento fantástico, atemporal, una historia un poco loca, con muchas acciones y con muchos actores. Trata sobre el destino y sobre el amor. Mi idea es conseguir contar una historia divertida, diferente".