GANADORA DEL PREMIO PLANETA

Ángeles Caso: "Una parte del premio será para que Sao dé estudios a sus hijos"

La asturiana ha obtenido el Premio Planeta 2009 por su novela 'Contra el viento', cuya protagonista está inspirada en una mujer inmigrante llamada Sao que fue la niñera de su hija

La escritora Ángeles Caso, después de ganar el Premio Planeta con su novela 'Contra el viento'
Ángeles Caso: "Una parte del premio será para que Sao dé estudios a sus hijos"
EFE

La protagonista de 'Contra el viento', ¿es la mujer que le ayudó a criar a su hija?

Así es, yo crié a mi hija muy sola y no hubiera podido sin la ayuda de estas mujeres, emigrantes, por eso he querido prestarles mi voz, como agradecimiento. La novela la inspiró Sao, que fue la niñera de mi hija. Ha vivido una crueldad terrible: su padre es un alcohólico que la abandona, el primer jefe que tiene la intenta violar, su marido le pega y tortura a través de su hijo. Pero hay un final feliz, es toda una heroína, igual que todas las emigrantes que llegan a Europa.

 

¿Qué dijo Sao cuando supo que sería la protagonista del libro?

Le pedí permiso y la emocionó la idea de que contara su historia. Ella y sus amigas tienen ganas de se traduzca al portugués para que sus familias puedan leerla.

 

¿Qué piensa hacer con el premio?

El 43% se lo quedan todos los españoles, me parece bien. Quisiera pensar que este dinero irá para empleo, hospitales, colegios... y no para tapar agujeros que dejan los políticos corruptos o para comprar armas. Y hay una parte para Sao, para que pueda dar unos estudios a sus hijos; me ha regalado una historia y parece justo que sea así.

 

Desde su óptica de occidental con una situación acomodada, ¿cómo ha sido el proceso de meterse en la piel de esas mujeres?

Igual que un actor se mete en la piel de personajes que muchas no tienen nada que ver con él.

 

¿No teme que la aproximación resulte algo superficial?

Miedo no, porque las personas cercanas a mí que han leído la novela, y de cuyo criterio me fío, me han dicho todo lo contrario: parece que hayas nacido allí. Y ni he nacido, ni he estado nunca en Cabo Verde. A mí, como escritora, lo que más me interesan son los personajes. Igual que fui capaz de meterme en la piel de una emperatriz o de un hombre o de las mujeres de la guerra, he intentado meterme en la piel de una mujer que padece, entre otras cosas, violencia física y malos tratos.

 

¿Hay casos reales en la obra?

Sí, hay un episodio, que ocurre en Portugal, de un ataque racista contra la protagonista, que es real. Cuando te relacionas con estas mujeres, que son hermosamente negras, te das cuenta de que padecen el racismo día a día: la forma de tratarlas de la policía, la administración, tienen problemas en los autobuses... No todo el mundo es racista, pero hay más gente racista de lo que dicen las estadísticas.

 

Usted afirma que hace literatura de mujeres y para mujeres.

Así es. Defiendo que hay una voz propia de las mujeres. El problema es que la cultura ha sido siempre muy androcéntrica. Las mujeres nos hemos dejado atrapar por esta situación: nos da miedo reconocer que tenemos una mirada propia porque es como minusvalorarnos, porque la mirada valiosa es la de los hombres. Yo reivindico mucho nuestra mirada, pero también digo que me he pasado la vida leyendo novelas, ensayos, historia, escritas por hombres, y estoy enormemente agradecida a esos hombres que han contribuido a hacerme como soy.

 

¿De qué tradiciones literarias se siente heredera?

De varias. No provengo sólo de la tradición que va desde Homero hasta Conrad, también de la que va desde Safo hasta Virginia Woolf, pasando por O'Connor.

 

¿Por qué cree que los hombres son reticentes a leer obras de mujeres?

Una vez, cuando publiqué mi primer libro, un amigo que es del mundo del rock me dijo: "Yo nunca leo libros escritos por mujeres porque se me enciende un chip en la cabeza que me dice que esto lo ha escrito una mujer y entonces sé que no me va a gustar". ¡Es un prejuicio tan absurdo!, como si yo dijera: no leo a Cervantes, no leo a Proust, no leo a Shakespeare, porque son hombres. Dirías: está mujer es tonta. Pero si un hombre lo dice, parece hasta normal. Es curioso.

 

¿A qué aspira como escritora?

Ya sé que puede resultar algo pretencioso, pero yo quiero pasar por la vida siendo una buena persona. Y si por algo quiero que me recuerden es por eso. No porque soy escritora nada más. Creo que es un ejercicio de reflexión sobre la ética, un ejercicio de humildad, a veces muy exigente.