Fue el primero en llegar y en torno a él se ordenó toda la ciudad. El río Ebro, que ha conocido multitud de 'Zaragozas': la romana, la judía, la árabe, la cristiana, la medieval... es un testigo atento, aún hoy, al latir de la gran ciudad.

El Ebro no solo es un pulmón de la ciudad al que ir a practicar deporte o a evadirse mirando su continuo discurrir. El Ebro es mucho más. La base de negocios que mantienen a multitud de familias aragonesas. Un bien preciado que cuidar a toda costa para ecologistas y naturalistas. El 'niño mimado' de un ayuntamiento que lo apostó todo hace más de seis años por revitalizar su entorno y recuperarlo para los ciudadanos.

HERALDO.es quiere explicar todo lo que significa el Ebro para los zaragozanos a través de una serie de videorreportajes que se emitirán cada viernes a lo largo del mes de julio.

El primero de ellos verá la luz el 4 de julio y en él se analizará todo lo que rodea al Club Naútico de Zaragoza, que este año celebra 50 años de vida. Precisamente este fin de semana ha organizado uno de los actos centrales de tan redonda fecha: la primera edición de la feria fluvial Araqua.

A lo largo del viernes 4, sábado 5 y domingo 6 el Ebro será testigo de más de un centenar de actividades entre las que habrá piragüismo, buceo, exhibiciones... E incluso competiciones de natación y hasta rancho popular.

Los siguientes reportajes invitarán a dar un paseo por las riberas del río, rejuvenecidas tras la Expo Internacional; a descender en piragua por el Ebro y disfrutar de otra Zaragoza; y a conocer el lado más verde de estas aguas unidas desde siempre a la historia de la capital aragonesa.