Entrevista

Lourdes Maldonado: "El espectador no tiene por qué percibir la tensión del plató"

Maldonado es presentadora de Antena3 Noticias 1 junto a Vicente Vallés.

¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo del periodismo?

Llevo catorce años en televisión. Comencé en la tele local de mi pueblo, que era como de juguete. Trabajé allí durante tres años y, aunque mi verdadera pasión era la radio, ahora no cambio la tele por nada. Me encanta comunicar, disfruto con mi trabajo. Aunque los comienzos fueron duros, ni en mis mejores sueños pensaba que iba a llegar hasta aquí.


¿Qué pensó al recibir la llamada para trabajar en Antena3?

Un vértigo increíble, me temblaban las piernas. Mi objetivo nunca había sido este, no me imaginaba presentando un informativo. Lo bueno es que fue poco a poco. Estuve cubriendo las noticias de un partido político en el regional y salí mucho en pantalla, me llamaron, llegué aquí y hubo suerte. ¡Imagínate lo que fue llegar y sentarme en la misma silla que Matías Prats!


Cuando se presenta un informativo se sigue siendo periodista o se representa más un papel de actor.

Cuando cuentas las noticias hay que teatralizar un poco, debes meterte en el contexto. La noticia seria requiere rictus serio y si es alegre, toca sonreír. No es ser actor, sino saber interpretar la noticia para que llegue mejor al espectador.


La televisión es evidente que le gusta, pero ¿y si recibe una oferta para un puesto en un diario de papel?

La tele es mi vida, aunque tengo un ADN muy 'papelero', de hecho mi marido trabaja en la prensa escrita desde hace veinte años. Disfruto tocando, leyendo, recortando y subrayando periódicos, pero no cambiaría la tele por nada.


Trabajabó durante muchos años en la edidicón de fin de semana. ¿Cómo llevaba eso  de trabajar mientras la mayoría de la gente descansa?

El turno del fin de semana es vivir al revés del mundo. Esto tiene ventajas e inconvenientes. De lunes a jueves vivía sin darme codazos con la multitud, pero la desventaja es que la vida social cobra más importancia los sábados y domingos, y en este sentido se pierde en el terreno del ocio familiar y de los amigos.


¿Cómo se desarrollaba el fin de semana en la redacción?

Los viernes hacíamos reunión temprano para ver hacia donde iban los temas a tratar y solíamos actualizar un blog que tenemos en la página de Antena3. Los sábados y domingo eran muy intensos, primero veíamos los contenidos del día, los periódicos, las imágenes de agencias... Y después se pasaba a la sesión de maquillaje y peluquería. Es un trabajo en equipo y contrarreloj.


Nació en Irún, estudió en Pamplona y posteriormente en Burdeos, trabaja en Madrid y vive en Granada. ¿Dónde ha pasado sus mejores años?

En mi etapa de Antena3 País Vasco me curtí mucho profesionalmente. Fueron los años duros de la banda terrorista ETA, hubo que cubrir muchos atentados y yo estaba "tierna", recién salida de la facultad.


Seguro que se lo han preguntado muchas veces pero, ¿cuál ha sido el peor momento que ha vivido en una cámara? ¿Cómo vivió aquella retransmisión casi en directo de la caída del edificio Windsor?

Es de los días de los que peor recuerdo tengo. ¡Me sacaron de la cama literalmente! Llegué a la redacción y pensaba que iba a estar más preparada. No había información, simplemente un edificio en llamas. Fue difícil pero, como los pilotos, aprendes más de los malos vuelos.


¿Ha pasado alguna vez vergüenza delante de las cámaras?

Vergüenza bastante poca pero me han pasado muchas cosas, desde contracciones en mis embarazos hasta ataques de tos. Afortunadamente, nunca me han dado ataques de risa ni de hipo en directo.


Como en todas las situaciones, al frente del informativo puede llegar un momento en el que se pierdan los nervios. ¿Ha tenido algún desliz como el de Matías Prats con el sonado "pero esto qué es"?

Que se haya oído en pantalla, no. Pero fallos sí, sobre todo al principio. Se notan movimientos bruscos de manos cuando falla algún elemento, pero hay que mantener la calma porque el espectador que está en su casa no tiene por qué percibir las situaciones de tensión que se viven en plató.


En otras entrevistas ha dicho que el fin de la violencia de ETA sería la noticia que le hubiera gustado dar. El momento llegó, ¿qué sintió entonces?

Fue un día muy bonito, memorable, aunque faltó el paso definitivo, la entrega de las armas, que no haya rastro de violencia ni extorsión. Aún estamos a medio camino del fin de esta banda terrorista que tanto nos ha hecho sufrir.