Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Tras las actuaciones del 28 y 30 de mayo de 2023

Contraluces de Springsteen en Barcelona

El Boss deja dos conciertos en la capital catalana colmados de elogios, pero tras los cuales ha habido algunos puntos negros o polémicos que no se han puesto de relieve y que debieran iluminarse con mayor intensidad, que no pasen desapercibidos

Bruce Springsteen durante su concierto del día 28 de abril de 2023 en Barcelona
Bruce Springsteen durante su concierto del día 28 de abril de 2023 en Barcelona
REUTERS/Albert Gea MUSIC-BRUCE SPRINGSTEEN/SPAIN

No seré yo, precisamente, quien meta el dedo en el ojo de Bruce Springsteen ni sobre su carrera ni sobre sus giras, aunque con esta última de 2023, que recientemente ha pasado exclusivamente por Barcelona, entre un total de casi un centenar de ciudades a las que ha acudido o acudirá, si no se tuerce la agenda, hay algún pellizco. Con el autor de Born in The USA mantengo un romance musical intenso que viene de 1974, cuando, antes de que se publicara el famoso Born To Run (1975), llegara a mis manos una casete de su segundo álbum, The Wild, The Innocent & The Street Shuffle, que me trajo un buen amigo marinero en uno de sus muchos periplos por el globo terráqueo. He escrito folios y folios sobre él y su música, tuve un encuentro personal en 1999, me firmó la caja de Tracks y hasta me dedicó Tougher Than The Rest en el escenario de La Romareda. Ningún otro artista me ha acompañado tantas horas y me ha hecho viajar tanto a sus conciertos como él. Es un imán creativo e inspirador. Pero todo esto, aun siendo tan relevante en mi vida personal, no quita para que desabride algunos contraluces, a mi entender, brumosos, polémicos y hasta censurables, coyunturalmente ahora que ha visitado Barcelona. Por partes:

1.-Dos conciertos con rayones de un catalanismo excluyente, algunos dirán ofensivo. Su presentación ambas noches: “¡Hola, Barcelona. Hola Catalunya o Us estimem Catalunya!”. Tercera canción: Letter To You, y detrás un gran pantallón y la letra bien grande traducida al catalán. A lo largo del concierto, reiteradas veces: “Catalunya us estimen” (Cataluña os queremos). En Last Man Standing: “Una cançó sobre un vell amic”… Suficientes muestras de que, en efecto, Bruce estaba en Cataluña. Pero, en España, ¿no? ¿Cuándo, en ocasiones anteriores, se ha presentado gritando el nombre de la ciudad y a continuación el de la región: Andalucía, Aragón, Valencia, Asturias, Castilla-León… o Galicia, donde, por cierto, tiene registrado uno de sus mejores conciertos en España, en concreto, en el Monte do Gozo de Santiago de Compostela, en 2009, y donde, en tierra con, también, lengua propia, solo habló gallego para saludar (¡boas noites!) y luego habló  español, mucho español, gritando al final ¡España, España...! una y otra vez como un poseso? Nunca.

¡Qué casualidad que allí, sí, en Barcelona, apareciera el nombre de ‘Catalunya’! El de España, y el español, nunca. ¿No era consciente de que estaba pisando, hoy por hoy, todavía suelo español? Seguro que sí, pero ahí me temo que, como acostumbra, la maquinaria propagandista del catalanismo, y no digamos del independentismo, había trabajado a fondo. ¿Fue el mismo promotor, Neo Sala, de Doctor Music, quien le indujo a meterse por este carril o fueron las instancias gubernamentales catalanas las que presionaron para ello? Lo desconozco. Pero es posible, permítase una simple hipótesis, que ambas fuerzas actuasen unidas: las oficialistas por cazar la presa y la promotora por no pisar callo que entorpezca su labor en Barcelona.

No creo que Springsteen conozca con profundidad el problema que Cataluña tiene planteado con el estado español y que por sí mismo tomara la decisión de realizar estas muestras lingüísticas de catalán y ninguna de español. Alguien, pienso, le indujo a ello (amablemente, claro). Mas de lo que no hay duda es de que actuó en España, y que a las dos actuaciones acudieron no solo muchos catalanes sino también muchas otras personas llegadas de múltiples puntos de la piel de toro e incluso de países europeos. ¿Obligatoriamente debían conocer el catalán springsteeniano? Decepcionante, Bruce, decepcionante.

2.- ¿Y por qué dos conciertos y los dos en Barcelona? ¿No había otras ciudades españolas dispuestas a acoger una de esas actuaciones o una tercera y hasta una cuarta si fuera necesaria, máxime con la expectación que este astro sigue despertando y la gran demanda de entradas que había? Seguro que sí, pero, de nuevo, el catalanismo se pronunció en la sombra y en la superficie: nosotros somos únicos, que nadie nos pise. Y medios como La Vanguardia se unieron al coro. El diario del conde de Godó editorializa hoy con un rancio texto, que huele a siglo pasado, en el que pone a Barcelona como meca de la música popular, significa la “elección” de Springsteen para venir a tocar a ella, su amor por la ciudad, y alaba la gran respuesta del público catalán, ignorando la gran masa de aficionados que acudió de otros puntos de España. Ombliguismo puro.

Y no, no vale, lo de que no había más fechas y lo de la comodidad de hacer dos actuaciones en una sola ciudad por los costes que conlleva mover toda la maquinaria por dos o tres ciudades de un país. Ya se ha hecho antes en otras giras de Springsteen y de otras decenas de grandes artistas. No es problema mayor. Y para muestra, varios botones en esta mismísima gira: el carrusel de conciertos, por ejemplo, llega próximamente a Amsterdan (Holanda) los días 25 y 27 de este mes y vuelve el 11 de junio a Landgraaf, también Holanda. También el 16 de junio, llega a Birmingham y el 6 y el 8 de julio vuelve a Inglaterra, a Londres, concretamente. Pero la locura y el mareo del carrusel es desbordante en Alemania: el 21 de junio llega a Dusseldorf; el 15 de julio vuelve a Hamburgo; el 21 a Hockenheim, y el 23 a Munich. Y curiosamente, el carrusel queda parado durante 11 días entre el 30 de este mes de mayo y el 11 de junio. No hay nada. ¿Ninguna fecha en ese largo intermedio para España? Doctor Music tiene la palabra.

3.- Repertorio. Difícil sacarle pelos a una calavera. Tanto como sacárselos a un set-list del Boss. Pero se puede. Personalmente me resulta difícil entender un listado de canciones prácticamente todas las noches igual, o sea, recitando la lección como papagayos, como en la antigua escuela. Springsteen ha preparado un repertorio base, como siempre hace en cualquier gira, pero luego los cambios son continuos, dando entrada y salida a unas u otras canciones, cuando no atendiendo peticiones del público. Aquí, no. Ha habido noches sin un solo cambio sobre la tabla inicial, y cuando lo ha habido ha sido mínimo, una o dos novedades como mucho. En ‘Catalunya’, ‘estrenó’ Human Touch la primera noche, y My Love Will Not Let You Down en la segunda. Y ‘prou’. Eliminó Candy’s Room, Human Touch y Pay Me My Money Down de la primera noche y a cambio sacó Trapped, Johnny 99 y Ramrod, ya estrenadas en la gira. O sea, mínimos cambios, con 28 piezas en la primera cita y 29 en la segunda.

¡Qué aburrido para un músico, para un creativo libre como él, atarse prácticamente todas las noches al mismo condumio! ¿Y qué decir de muchos de esos fans, que los hay, que se programan vacaciones o su misma vida para seguir durante un tiempo detrás del carrusel de la gira y encontrase cada noche con, prácticamente, el mismo menú? Es la primera vez que ocurre. El dato es significativo: tan solo 27 canciones han entrado en el global de los set-lists de los 30 conciertos realizados hasta ahora desde que esta larga gira arrancara el 1 de febrero en Tampa. No es una cifra muy alta comparativamente con giras anteriores.

Eso sí, ha habido hasta ahora curiosidades dignas de tener en cuenta: If I Was The Priest, Kitty’s Back y The E Street Shuffle. ¿Springsteen reivindicando sus primerísimos tiempos? Lo desconozco, pero ya se sabe que con la edad brotan más intensamente los recuerdos del pasado. Lo que sí es cierto es que sorprenden estas presencias, borradas casi al completo de todas sus giras posteriores a Born To Run. Son unas agradables sorpresas. Porque If I Was The Priest, un precioso descarte bluesero que solo lo interpretó en directo cuatro veces entre 1971 y 1972 y no se publicó en disco alguno hasta que lo repescó en Letter To You, apareció en esta gira en el primer concierto, en Tampa, y solo duró tres noches. Gran pérdida. Kitty’s Back, de su segundo álbum, ha sido mucho más persistente, pero la apartó en 1978 y hasta el 2000 no picó piedra en escena. En esta gira es, sin embargo, por ahora, insoslayable, seguramente porque la sección de metales que una vez más ha incorporado Bruce a su formación es idónea para recrear aquellos tiempos de casi mediados los setenta en que fue grabada, con su formato jazzista y en época del estallido del jazz-rock. ¿Y qué decir de The E Street Shuffle? La canción más reactiva y hasta misteriosa del repertorio springsteeniano. Nació como una balada, la transformó por completo en dinámica a la búsqueda de un nuevo ritmo de moda que le ayudase a sacudirse el sambenito dylaniano, la grabó, mezcló y produjo pésimamente y desapareció por completo de los directos en diciembre de 1975 hasta que reapareció en el Madison Square Garden en junio del 2000 para luego ir entrando y saliendo, aunque sin recuperar el vahído original hasta esta misma gira de 2023 y restañar así viejos pecados de juventud. Bien.

Sin embargo, no se sabe por qué una pieza tan vigorosa, de ritmo cuasi marcial, como Burning Train, de su último LP, Letter To You, apareció al principio de esta gira y solo duró un mes en cartelera, durante siete conciertos. O cómo una de las más ilustres piezas de Letter To You, House Of A Thousand Guitars (la quinta más oída del álbum en Spotify), saltase a la arena en el inicio de gira y solo durase en ella dos presencias. Y ahí sigue incólume, por ejemplo, Dancing In The Dark, que, lo siento, tuvo su gracia y su momento feliz en el 85, con aquel glamuroso clip cuasi adolescente de Brian de Palma, pero ahora está desfasada en cuanto a temática para el directo de un setentón, aunque los fans boten como pelotas de tenis por la aceleración de ritmo que desde hace años le ha impreso. Me carga. Pero, ya se sabe, cada futbolero tiene su selección.

4.- Entradas y precios. Los conciertos de Springsteen siempre han sido caros. Y con razón. Ya no es el lujo de banda que le acompaña, es que solo él ofrece dos conciertos en uno de una tacada, con hasta casi cuatro horas en el escenario y ahora tres, que todavía sigue siendo un minutado trepanante. Lo que resulta inaceptable es la forma de venta, que obliga a permanecer una mañana entera pegado a un ordenador para conseguir una localidad. Pero lo más ofensivo es esa nueva técnica de la ‘venta dinámica’, con el precio variable según la evolución de venta, lo que infla los precios de forma sideral, llegando a pagarse hasta 5.000 dólares por una entrada. Bruce no solo le ha dado el visto bueno, sino que le ha parecido razonable. Uffff!!!. Menudo lío se armó.

5.- Ostentación pública de riqueza. Nada que objetar, faltaría más, que cada cual invierta legalmente su dinero donde le plazca, sea rico o pobre. Lo que, sin embargo, produce cierto rechazo, si no sonrojo, es la ostentación pública de la riqueza, cuando el mundo está como está, y más cuando procede de personajes comprometidos con la clase trabajadora y la más vulnerable. Pues ahí han estado los Obama, Springsteen y Spielberg dando buenas muestras públicas de su vida millonaria y burguesa, retratándose en restaurantes de élite, saliendo de hoteles de cinco estrellas y protegidos por una corte de seguridad que ni el presidente español. No cuadra con el talante de Springsteen, que nunca ha hecho gala de esta posición social, ni tampoco cuadra con su compromiso con el partido del obrerismo y las clases medias como es, en teoría, el demócrata, y para el cual no ha tenido el menor remilgo en salir a la calle a tocar en mítines callejeros de apoyo a Obama o prestar The Rising a Biden. “Izquierda caviar”, le ha denominado un medio español a este trío 'new-left' de aristócratas de la fama que ha pasado por Barcelona. Uhmmm… Contraluces para iluminarlos más intensamente.

Puedes acceder a todas las entradas de este blog pulsando este enlace

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión