El Hyundai Tucson es “espacioso, seguro y tiene una conducción muy suave”

El Hyundai Tucson es “espacioso, seguro y tiene una conducción muy suave”

La pareja ganadora destaca la electrónica y la apariencia del Hyundai Tucson tras disfrutar de un fin de semana en Jaca.

Adrián y Silvia han llevado de maravilla la vuelta al trabajo, y es que no hay nada mejor para superar el síndrome posvacacional que hacer una escapadita de fin de semana para aliviar el mono. Esta estupenda pareja ha tenido la suerte de convertirse en la cuarta ganadora del sorteo Hyundai, que se ha puesto al volante de un Hyundai Tucson para conducir por la ruta 23 hasta la ciudad de Jaca.

La pareja se quedó impresionada por el automóvil. “La electrónica del vehículo es increíble. Tiene un montón de sistemas y opciones. El ordenador a bordo es práctico y te hace el viaje muy cómodo”, destaca Adrián. “El viaje fue tranquilo”, añade. De hecho, “fuimos hasta Jaca del tirón”. El Hyundai Tucson es “espacioso, seguro y tiene una conducción muy suave”, señala la pareja. Además, “la apariencia del coche es fantástica, es un modelo muy bonito”.

Una vez en destino, y tas dejar el equipaje en el hotel, el cuál valoran muy positivamente tanto por sus servicios como por su proximidad a los puntos turísticos, se pusieron en marcha para disfrutar de las maravillas de la zona.

Silvia y Adrián visitaron los sitios más turísticos y destacados de Jaca, tales como la Ciudadela y la Catedral de San Pedro. Ese mismo fin de semana había una concentración de motos en la ciudad, la llamada VII Ruta de las Ánimas, donde más de medio centenar de moteros partieron de la ciudad de Jaca para disfrutar de este famoso circuito nocturno. La pareja pudo ver la salida de los participantes, que resulto emocionante. Y por supuesto, también tuvieron tiempo de disfrutar de la gastronomía y relajarse un poco.

Al día siguiente aprovecharon para hacer una excursión por la naturaleza. Una andada de dos horas por la zona de Panticosa donde pudieron disfrutar del aire libre y hacer un poco de senderismo. Vieron varias cascadas, un ibón y un dolmen del 3.000 a.C.

Tras un estupendo fin de semana, donde disfrutaron de una experiencia inolvidable, regresaron a Zaragoza y a la rutina, pero con muy buen sabor de boca. “Lo repetiríamos sin duda, nos lo pasamos muy bien”, finaliza la pareja.