Un informe aconsejó talar 61 árboles del eje del tranvía hace año y medio
El Ayuntamiento no actuó pese a que dos estudios alertaban del riesgo de caída que suponía su estado.
El Ayuntamiento de Zaragoza sabe desde hace al menos 18 meses que la situación de la mayor parte de los árboles de Gran Vía y Fernando el Católico es "grave" o "muy grave". El Consistorio encargó en 2014 dos informes para conocer el estado de estos ejemplares tras las obras del tranvía, ante la evidencia de su pérdida de vitalidad y por el peligro que podría suponer para los viandantes. Los resultados de ambos informes fueron demoledores, y en los dos casos recomendaban la tala de al menos 59. 14 de ellos se van a eliminar en los próximos días, y el resto podría correr la misma suerte dentro de unos meses.
Pese a los citados informes, el área de Parques y Jardines del anterior equipo de Gobierno socialista optó por no hacer nada, y eso que Los Tranvías de Zaragoza estaba dispuesto a acometer los trabajos. Por contrato, esta sociedad está obligada a pagar y ejecutar la tala y posterior reposición de los árboles.
El primer documento está fechado en enero de 2014, y en él se analizan los 190 árboles del eje Gran Vía-Fernando el Católico. Solo se excluyeron del estudio 65 ejemplares que se plantaron después de las obras. Aunque en su mayoría eran árboles maduros (de los años 70 y 80, principalmente) su estado antes de los trabajos de instalación de los raíles y la catenaria del tranvía era bueno.
El informe dice que estas obras supusieron "en la mayoría de los casos el desmonte y la afectación de una parte significativa de las raíces del árbol". En sus conclusiones, remata que "es evidente que las obras de construcción de la línea 1 del tranvía de Zaragoza afectaron de forma grave al arbolado existente", y que estos trabajos "no contemplaron las medidas de protección" necesarias y recomendadas.
Tras analizar uno a uno los 175 plátanos, 13 ailantos y dos álamos de Gran Vía, Fernando el Católico y la plaza de San Francisco, el informe concluye que todos tienen algún tipo de alteración que afecta a su estabilidad. Califica estos problemas de "significativos" en 20 casos, de "graves" en 99 y de "muy graves" en 71.
El análisis concluye que el 59% presenta "graves defectos en el ámbito morfológico y estructural", pero que con un tratamiento adecuado se puede disminuir el riesgo de que cause un accidente. Sin embargo, 61 árboles (el 32%) presentan "un alto riesgo de fractura y caída" y tienen "gravemente comprometidas sus perspectivas de vida", por lo que "es imperativo contemplar su eliminación".
Por ello, recomienda talar todos de manera "inmediata", y hacer lo propio con otros 45 árboles "a corto plazo". Hay que tener en cuenta que, como se detalla en el informe, todos estos árboles se encuentran en zonas peatonales -en los bulevares de Gran Vía y Fernando el Católico-, en ocasiones junto a pasos de peatones, parques infantiles, terrazas... Además, se trata de árboles de gran porte con troncos de entre uno y dos metros de perímetro y una altura de 12 a 20 metros.
Sin embargo, a pesar de las advertencias de estos documentos, se optó por eludir la tala. El anterior equipo de Gobierno encargó un nuevo informe a una empresa diferente, que en diciembre de 2014 analizó exclusivamente los 61 árboles que el primer texto recomendaba eliminar. El resultado y la sugerencia final fue similar a la del estudio de enero.
Árboles "peligrosos"
De hecho, las conclusiones consideran la mayoría de estos árboles como "indudablemente peligrosos en el momento actual, y con una evolución previsible negativa en cuanto a riesgo de accidentes". El informe solo indulta dos árboles, por lo que recomienda la tala de otros 59, por las "severas afecciones" que han sufrido, al perder "más del 40% de sus raíces". Pese a lo alarmante de este informe, el Ayuntamiento nuevamente optó por no tomar ninguna medida.
El nuevo equipo de gobierno de Zaragoza en Común ha decidido afrontar el problema, y en los próximos días comenzará la tala de los 14 árboles que presentan un mayor riesgo, 13 ailantos y un álamo. Con la ayuda de un radar se analizarán las raíces del resto, aunque no se descarta que corran la misma suerte. La tala iba a empezar a principios de esta semana, pero los permisos necesarios se están retrasando, y podrían comenzar a partir del próximo lunes.