El tomar medidas no pasa de moda para Luis Javier Montoya

Esta sastrería de toda la vida es un referente en Zaragoza, uno de esos negocios tradicionales que resisten con fuerza el embiste de la crisis.

Sastrería Luis Javier Montoya, en Zaragoza.
Sastrería Luis Javier Montoya, en Zaragoza.
Aránzazu Navarro

A los nueve años le ataron al dedo un dedal y le enseñaron a coser a mano. Desde entonces, Luis Javier Montoya, quien dirige una sastrería homónima en Zaragoza, no ha dejado de coser y tomar medidas para clientes de dentro y fuera de la provincia.


"Me cogió una familia de sastres del pueblo donde yo nací -en Maella- y me inculcaron el oficio. Me gustó tanto que me fui a Barcelona a sacarme todos los títulos para poder ganarme la vida con ello", recuerda este sastre zaragozano.


Pese a los golpes que ha dado la crisis al pequeño comercio, esta céntrica sastrería de Zaragoza no ha bajado la persiana en este tiempo, y eso es gracias -señala- a una clientela fiel que sigue recurriendo a él. "Me he caído y me he vuelto a levantar muchas veces en mi vida. He tenido taller de confección propio a mi nombre y varias tiendas… y ahora mantengo un equipo de apoyo bastante grande", relata Montoya.


En su comercio de la calle Mariano Escás, recibe todo tipo de encargos a medida. La mayoría, trajes de novios y padrinos, aunque también confecciona prendas de invierno para todas las edades y perfiles, indica.


"Ahora la gente se inclina por trajes más entallados, pantalones pitillos, con forros de color y ojales del mismo color que el forro", precisa.


Las tendencias en el mundo de la moda varían y, con ellas, los colores más demandados en lo que respecta a prendas de vestir. Con la llegada de la primavera -afirma-, el color 'azul Madrid' está de moda, a la par que va cambiando el formato de los chaqués. "Ahora los novios no se ciñen tanto al concepto del chaleco gris y pantalón a rayas, sino que se lleva todo unificado para distinguirse más en la boda del resto de invitados", destaca. 


El precio de los trajes oscila -en función del tejido utilizado- desde los 395 euros a "todo lo que uno se quiera gastar", pues no hay un tope como tal. "Un traje de prét-á-porter te puede salir por 1.500 euros, pero la media del gasto de nuestros clientes es de unos 600", indica este sastre que atiende pedidos para todas las edades: desde gente joven que busca su primer traje para un paso de ecuador o una fiesta de graduación a quienes lo necesitan para salir del paso en una entrevista de trabajo, pasando por aquellos que buscan un traje a medida para las grandes celebraciones y eventos familiares, como bodas, bautizos y comuniones


De lo que no cabe duda es de que el llamado 'prêt à porter' está hoy en auge y en este céntrico establecimiento de la capital aragonesa se acerca a todos los bolsillos y a todas las edades. "Un traje de Canali de este tipo cuesta unos 800 euros en tienda, y yo los estoy haciendo por menos valor y a medida, tal y como el cliente lo quiere, para que quede más satisfecho", puntualiza. 


Esa es una de las razones por las que conserva una clientela fiel a su negocio, compuesta por varias generaciones de una misma familia que siguen confiando en esta sastrería cuando se trata de ir "hecho un pincel". 


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