Los medios de comunicación y los políticos españoles suelen confundir la violencia de género con el feminicidio. Sin embargo, el primero solo es una pequeña parte de todo lo que significa el segundo. “No solo incluye el asesinato de una mujer a manos de su pareja o expareja sino que también agrupa todo tipo de muerte femenina causada por un hombre por razones de género”, detalla Consuelo Corradi, vicecoordinadora de 'Femice across Europe'. Asimismo, señala que la gran mayoría ocurren en el hogar, a manos de padres, hijos, parejas, o incluso, hermanos.

Con la intención de analizar este fenómeno, "que aunque no crece, tampoco desciende" se han reunido cerca de un centenar de expertos en la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza durante los últimos días. El objetivo de estas conferencias organizadas por la Red COST es estudiar las situaciones en las que una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer. 

A lo largo de los años, varias organizaciones han intentado establecer una tipología para ver con claridad cuáles son los casos más importantes. Así, se encuentra el denominado feminicidio íntimo, en el que el asesino es o ha sido el marido, novio o amante. Por esta causa, en España se produjeron 54 fallecimientos en 2014 y en lo que llevamos de 2015 ya suman 6, una media de 2 al mes. Unos datos que no se pueden ampliar con el resto de asesinatos de mujeres por la falta de estadísticas que los contabilicen.

El homicidio familiar es el que se produce en el contexto de una relación de parentesco entre la víctima y el agresor: de padres a hijas o de hijos a madres. “En este apartado se incluirían los crímenes de honor, que se producen porque la mujer 'ha atacado' de alguna manera el honor de la familia”, explica Santiago Boira, profesor y miembro del grupo de investigación GESES de la Universidad de Zaragoza. Al mismo tiempo precisa que aunque en España no se dan muchos casos de este tipo, sí se detectan algunos.

Estos son los crímenes más comunes contra las mujeres españolas, pero no son los únicos. “También existen casos relacionados con la violencia sexual”, puntualiza Boira. En este ámbito se encuentran los feminicidios sexuales sistemáticos, en los que las mujeres son elegidas al azar, violadas y posteriormente asesinadas. Con estas características son muy representativos algunos casos ocurridos en América Latina y, en concreto, en Ciudad Juárez. “El problema es que en Ciudad Juárez se condensan muchas condiciones que provocan que la seguridad de las mujeres se vea mermada”, señala Patricia Castañeda del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) en México.

En este ámbito también se producen homicidios relacionados con la prostitución y el tráfico de personas. En estas situaciones el cliente o proxeneta siente que tiene un control respecto a la mujer, lo que le da “autoridad” hasta llegar a matarla. Este suceso la vivieron más de una veintena de mujeres en España en los tres últimos años, según los datos de la organización Feminicidio.

Otro de los casos más sonados son los asesinatos de niñas que se dan en Asia. “Este hecho se produce por la preferencia que se tiene en esos países por tener hijos varones”, detalla Diana E. H. Russell, profesora emérita de sociología de la Universidad Mills de Oakland. De este modo, se contabilizan alrededor de 50 millones de homicidios tanto de niñas como de mujeres. Porque no vienen solos, muchas veces las propias madres también son víctimas “por haber fallado al no tener un niño”. “En esta coyuntura suelen ser envenenadas, estranguladas o quemadas por sus maridos u otros miembros de la familia”, puntualiza Russell.

Russell va más allá de la tipificación básica de homicidios por causas de género y señala los sucesos ocurridos en África a causa del Sida. En esos países se tiene la creencia de que al tener relaciones sexuales con una virgen, la enfermedad se esfuma. De este modo, “muchos hombres deciden violar a niñas o a bebés y muchas de ellas acaban falleciendo como consecuencia de la agresión”.

Sin datos y sin una regulación común

Las víctimas totales de estos crímenes son difíciles de cuantificar. El principal problema se encuentra en que cada país tiene una manera diferente de ir acumulando casos. Mientras que España solo cuantifica los relacionados con la violencia de género, en Perú y otros países latinoamericanos existe una estadística solo de feminicidios. Por ejemplo, el gobierno peruano registró el pasado año 96 asesinatos de este tipo y 186 tentativas. “Por ello, estamos intentando crear un observatorio europeo de feminicidios para conseguir elaborar estadísticas comunes y criterios a seguir para intentar prevenir estas situaciones”, subraya Boira. Según sus previsiones, este observatorio podría comenzar a funcionar a lo largo del año 2017.

No obstante, sí que se realizan algunas comparaciones estadísticas entre países. En Europa estas tasas se mueven entre 3 y 10 muertes por cada millón de mujeres. “La cifras más bajas se encuentran en España con una media de 3 y las más altas en Rusia y los países del este”, destaca Carradi. Al mismo tiempo afirma que la zona con más porcentaje de homicidios de mujeres es África del sur. “En su caso el índice de asesinatos es muy elevado y generalmente existe una relación muy directa entre los crímenes comunes y los de mujeres por cuestiones de género”, puntualiza.