Las víctimas de una agresión de ultras del Zaragoza rechazan denunciar por miedo

Los siete jóvenes que sufrieron una paliza en la calle Héroes del Silencio prefirieron no presentar cargos por temor a represalias

La paliza con siete heridos ocurrida en la calle de Héroes del Silencio la madrugada del pasado 16 de noviembre ha terminado sin detenidos. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía informaron ayer de que ninguna de las víctimas ha interpuesto una denuncia por los golpes recibidos, después de ver a los agentes.


Los siete heridos, jóvenes de unos 18 años, y sus familias prefirieron no denunciar la paliza "por miedo" a los ultras ligados a una peña de fútbol. Varios de los supuestos implicados fueron identificados esa noche por la Unidad de Apoyo de la Policía (UAPO), pero ya no fueron detenidos.


Según fuentes policiales, los implicados pertenecían al grupo de hinchas El Avispero, aunque un portavoz de este último negó que alguno de sus 30 miembros estuvieran implicados.


El grupo de tribus urbanas de la brigada de Información de la Policía Nacional se hizo cargo del caso porque todo apuntaba a un grupo ultra del Real Zaragoza. Al no haber denuncia por parte de los afectados, el caso derivó a la comisaría de Centro y al final no se llegó a tomar declaración a los sospechosos, que estaban citados por la Policía.


Según contaron los testigos de los hechos, los autores de los golpes, que tenían de 21 a 23 años, pretendían encontrarse con miembros de los Ligallo en busca de gresca. De hecho, gritaban: "¿Quién es de los Ligallos?". Pero al final acabaron golpeando a siete personas, de las que solo una parece que tuviera que ver con este grupo de hinchas, según informaron fuentes policiales.


"Me apalearon como a un perro", comentó una víctima a sus amigos, después de que tuvieron que refugiarlo cuando perdió el sentido y lo llevaron en taxi a un centro hospitalario. Uno de los afectados, que sufrió la rotura del labio, fue trasladado en ambulancia a urgencias del Hospital Militar, y otros buscaron otros vehículos para que les atendieran de las contusiones en otros centros.


Una semana después del suceso, en el centro de la ciudad se produjo una bronca entre grupos de los ultras del Real Zaragoza en Soria, cuando jugaron contra el Numancia, y luego colgaron imágenes en las redes sociales.