Treinta conventos participarán en Expoclausura

La feria se celebrará en el centro comercial de Independencia, El Caracol, entre el 4 y el 14 de diciembre.

Las monjas de clausura traerán de nuevo a Zaragoza para su venta, a partir del día 4 de diciembre, más de 150 productos diferentes de treinta conventos de toda España.


En la feria de productos navideños de conventos de clausura, Expoclausura, se podrán comprar turrones, mazapanes, polvorones, mantecados, hojaldres, pastas, vinos, yemas, bombones o mermeladas.


Este año acuden seis conventos nuevos a Expoclausura, dos de ellos de Aragón, tras el éxito de la primera edición de 2013 en Zaragoza, que fue visitada por cerca de 5.000 personas, ha informado la organización del evento.


La feria se celebrará en el centro comercial de Independencia, El Caracol, entre el 4 y el 14 de diciembre, ambos inclusive, o hasta final de existencias, como ocurrió el pasado año que tuvo que cerrar un día antes de lo previsto.


Los conventos buscan en esta iniciativa una ayuda en la venta de sus productos.


Se organiza desde los conventos participantes para ayudar económicamente al sostenimiento de la vida religiosa de clausura, vendiendo los productos artesanales propios de las distintas órdenes, como Clarisas, Cistercienses, Dominicas, Benedictinas, Agustinas o Carmelitas.


Y también productos de las comunidades de procedencia (Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía, Galicia, Asturias, Cataluña o Valencia).


Expoclausura celebra su segunda edición en Zaragoza con la aspiración de convertirse, como sucede en Madrid desde hace 18 años, en un momento clave para los conventos participantes, para que encuentren en la exposición un cauce esencial para dar salida a sus productos, han agregado las mismas fuentes.


Los principales problemas de los conventos y monasterios son el envejecimiento de sus comunidades, el deterioro progresivo de sus edificaciones y el descenso de las vocaciones.


En ellos son habituales los problemas de humedades, goteras, frío y grietas, además de que suelen enfrentarse en solitario a la conservación de esos monumentos, por lo general con siglos de antigüedad.