La localidad de Malón fue una de las más afectadas por el granizo que descargó con fuerza el pasado lunes en la comarca de Tarazona y el Moncayo. Durante un cuarto de hora, el pedrisco se cebó especialmente con los campos de cultivo y huertas próximos al casco urbano, donde los daños saltan a la vista. Ayer comenzaron a evaluarse los desperfectos, y el Ayuntamiento de Malón ya ha solicitado al Gobierno de Aragón ayudas para los perjudicados.

«Se han visto afectados los principales cultivos que hay en esta zona, especialmente la viña, olivos y almendros, cuyas cosechas están prácticamente todas en el suelo. La viña, que estaba pintando como dicen los agricultores, es casi irrecuperable», lamentaba ayer el alcalde, Iñaki Magaña. En campos de olivos como el de Luis Royo, el 80% de la oliva está en el suelo. En su caso es para consumo propio, a diferencia del huerto de Lourdes Peña, que recoge y vende sus verduras y hortalizas a domicilio. Tras la tormenta, toda la cosecha de tomates, pimientos de cristal y de padrón, acelgas, berenjenas, berzas o calabacín es irrecuperable. «No ha dejado nada sano, hay que volver a plantarlo otra vez», explicó su marido, Jesús María Ruiz. Hasta dentro de un mes no podrán reanudar el reparto de cestas de verduras a domicilio que acababan de poner en marcha, con clientes como el res taurante de la localidad.También daños en vehículos

En el pueblo, además, también hubo daños en vehículos –bollos e incluso lunas rotas-, persianas, canalizaciones de viviendas, arboles sin hojas, pequeñas inundaciones en alguna vivienda. El primer edil espera que la DGA conceda ayudas económicas para reparar los daños.