"La navaja solo la llevo para merendar, no se la puseal guardia civil en el cuello"

Un altercado ocurrido en la madrugada del 11 de abril de 2010 en las calles de Tarazona sentó ayer a tres vecinos de esta localidad en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial, ya que durante la trifulca resultaron heridos por arma blanca dos guardia civiles que estaban libres de servicio e intentaron mediar. Aunque ninguno de los agentes sufrió heridas graves, a uno de ellos le marcaron con una navaja en el cuello y en el abdomen. Lesiones que, según la Fiscalía, podrían haber resultado mortales si no hubiera sido por la destreza del funcionario, que logró repeler la agresión. De ahí que la acusación pública atribuya a Ángel E. A. una tentativa de homicidio, así como un delito de atentado y otro de lesiones y pida para él ocho años y medio de cárcel.

Las otras dos personas acusadas son Fabricio Orlando T. C. y Marlon Giovany A. M., a los que el ministerio público considera autores de un delito de atentado para el que pide sendas penas de dos años y medio. Y lo hace porque entiende que estos, como amigos del principal encausado, le ayudaron a huir cuando los agentes ya lo tenían inmovilizado en el suelo.En el caso de Fabricio, la Fiscalía va incluso más allá, ya que asegura que fue él quien tiró al tejado la navaja para intentar ocultar pruebas que incriminaran a su compañero.

Según Ángel E. A., aquella noche salían de un bar cuando varias personas increparon a la novia de Frabricio y se produjo una trifulca. "Es verdad que se acercó una chica y dijo que parásemos, pero en ningún momento se identificó como guardia civil.Tampoco es cierto que yo la empotrara contra la pared o la agrediera", manifestó el joven de 23 años al que se acusa de tentativa de homicidio.

La agente explicó después que se acercó al grupo porque vio que se estaban pegando."Saqué la tarjeta que me identifica, pero es que además esta persona sabe que soy guardia civil porque ya lo he detenido en otras ocasiones", aseguró. Lo cierto es que, según una amiga de la funcionaria, al verla tirada en el suelo, llamó a los otros colegas de la Benemérita con los que habían salido aquella noche.

Cuando uno de los otros agentes que acudieron al rescate intentó coger al joven por detrás, este sacó una navaja e intentó clavársela. "La navaja solo la llevo para merendar, no se la puse al guardia civil en el cuello", declaró el acusado.Sin embargo, la víctima dio una versión completamente distinta. "Estaba a tope de adrenalina y no me clavó el cuchillo porque no pudo", dijo.

En cuanto a los otros dos acusados, ambos niegan que ayudaran a su amigo o que agredieran a nadie. Marlon asegura que vive justo encima de donde ocurrió todo y que bajó solo a ver qué ocurría.