Los vecinos del municipio de Calatorao llevan al menos un quince días sin poder beber agua de la red de abastecimiento público por la presencia de un herbicida denominado desetilatrazina, presente en las aguas subterráneas que sirven de suministro a municipio de la comarca de Valdejalón.

Tanto el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento realizaron varios análisis de control de calidad de las aguas. Los valores máximos del citado plaguicida detectados en el suministro superan ligeramente lo establecido en el reglamento.

Después del análisis realizado el pasado 24 de octubre, desde Salud Pública se decretó que el agua no era apta para el consumo humano ni para cocinar en Calatorao debido a la presencia de este herbicida, que según el alcalde del municipio, Jesús Isla, "se trata de una sustancia química de larga duración en el tiempo".

Los valores máximos detectados en el suministro han sido de 0,0014 mg por litro de agua, habiendo descendido en los últimos análisis a 0,0012 mg/l.

El límite admitido es de 0,0010 mg/l, por debajo de lo que indica la OMS (0,002 mg/l) pero superado ligeramente por el reglamento vigente.

Desde el pasado martes, el Gobierno de Aragón autorizó el consumo de agua por un plazo de corta duración de 30 días a los 3.000 vecinos del municipio, mientras se encuentra solución al problema.

"La dosis que existe en agua es mínima, no perjudica a la salud y desde el Gobierno dicen que no es un producto cancerígeno", explica el alcalde.

El agua de Calatorao procede de un pozo de más de 100 metros de profundidad del acuífero de Jalón-Alfamén, que sumistra agua desde Calatorao hasta Cariñena.

El alcalde del municipio no tiene constancia de que otras localidades tengan en sus aguas componentes del herbicida.

Todavía no se sabe con certeza cómo ha podido llegar el desetilatrazina a las aguas pero, según explica Isla, "su presencia puede estar relacionada con tratamientos agrícolas".

Por parte del Ayuntamiento no se ha habilitado ningún tipo de suministro durante el tiempo que ha durado el estado de no aptitud del agua. 

Jesús Isla comenta que la solución al problema puede tener dos vías. Por un lado, la "colocación de filtros como han hecho con el tema del lindano"; y por otro lado "utilizar agua del embalse de Yesa, pero esto tiene inconvenientes ya que se debería realizar el proceso de decantación de las aguas.

Un proceso que teníamos previsto para el año que viene", señala el alcalde.

Esta última opción requiere más tiempo porque se trata de cuestiones más "técnicas, costosas y complejas", apunta el alcalde.

"Tres empresas del sector están trabajando en ello para ofercer al Ayuntamiento datos sobre el coste de la instalacion y el mantenimiento para utilizar el agua de Yesa", según Isla.

Por su parte, algunos de los vecinos de Calatorao se quejan de falta de información por parte del Ayuntamiento porque no saben cómo se está intentado solucionar el tema, y también por no haber facilitado el suministro alternativo por medio de cisternas o depósitos.